El siguiente texto es un trabajo realizado por Jason
Wehling. La traducción estuvo a cargo de Miguel Gómez.
Influencias anarquistas en la Revolución Mexicana
Ricardo Flores Magón y el Partido Liberal Mexicano
Ricardo Flores Magón nació en el día Mexicano de la independencia,
en septiembre de 1874 en San Antonio de Eloxochitlán en el estado de
Oaxaca. Irónicamente, ésta era también la patria de su
gran enemigo: Porfirio Díaz. Sus dos hermanos, Jesús y Enrique,
participaron en la lucha anti-porfirista a la que Ricardo dedicó su vida.
Mientras que Jesús era activo en los Anti-Reeleccionistas y fue más
adelante ministro del interior bajo el régimen de Madero, fue Enrique
quien trabajó más cerca de los esfuerzos políticos de Ricardo.
Los tres hermanos participaron en las manifestaciones estudiantiles contra la
reelección de Díaz en mayo de 1892. Poco después, Ricardo
se hizo editor del El Demócrata, y lentamente comenzó a
moverse hacia la izquierda libertarianista radical. Ricardo fue al colegio de
abogados pero nunca terminó sus estudios.
El 7 de agosto de1900, Jesús y Ricardo, junto con Licenciado Antonio
Horcasitas, fundaron Regeneración. Aunque Regeneración
comenzó como periódico para discutir la reforma de la ley,
pronto comenzó a atacar el régimen de Díaz. Para diciembre
de 1900, Horcasitas se fue y Regeneración se convirtió
en el esfuerzo único de Ricardo. Hasta su muerte, Regeneración
sería un vehículo significativo para propagar el radicalismo
de Ricardo.
Arrestaron a muchos liberales prominentes, como Ricardo, su hermano Jesús
y Antonio Díaz Soto y Gama en varias ocasiones por su postura anti-porfirista.
Fue en esta época cuando su hermano Jesús dejó el movimiento
desilusionado. Debido a esta represión Regeneración cesó
temporalmente de publicarse y Ricardo, con su otro hermano, Enrique, abandonaron
México para los Estados Unidos el 3 de enero de 1904. Aunque Ricardo
nunca volvió a México vivo, su carrera influenció perceptiblemente
la Revolución Mexicana, incluso desde el exilio.
Los problemas de Ricardo con la represión del gobierno no terminaron
cuando cruzó el Río Grande. Por el contrario, acababan de comenzar.
Durante todo el tiempo que Ricardo permaneció en los Estados Unidos,
el gobierno americano, en representación de la dictadura Mexicana junto
con agencias de detectives privados contratadas, acosaron a Ricardo y al PLM
-- arrestándolo en numerosas ocasiones durante su carrera revolucionaria,
terminando solamente con su muerte en 1922. Debido a esto, Ricardo pasó
la mayoría de su tiempo sentado en las celdas de las cárceles
americanas y gastó muchas de sus energías intentando recuperar
su libertad.
Regeneración reasumió la publicación en San Antonio,
Tejas, el 5 de noviembre de 1904. Fue pasada a México clandestinamente
y continuó siendo una espina molesta en la cara de Díaz. Regeneración
era tan influyente que Díaz intentó en varias ocasiones cerrarla,
incluso aunque resultara ser un engaño, había libertad de expresión
en los Estados Unidos.
El periódico de Ricardo continuó siendo un fastidio con el que
Díaz deseaba terminar, aunque fuera publicado en los Estados Unidos.
Entonces para junio de 1906, Díaz pidió realmente al gobierno
de los EE.UU., a través del embajador Thompson, que impidiera a Regeneración
publicarse, por cualquier medio. Durante esta época, Regeneración
fue un medio muy importante en la lucha contra Díaz. La circulación
de Regeneración era de unos 30.000 ejemplares este año.
De hecho, incluso moderados como el gobernador de Yucatán y Madero recibían
Regeneración [1] y, cuando el anarquismo de Ricardo era más
evidente, anarquistas más prominentes, tales como Voltairine de Cleyre
llegaron a estar implicados en el periódico Mexicano.[2]
Poco después la fundación de Regeneración, el 30
de agosto de 1900, Camilo Arriaga publicó el manifiesto del Partido Liberal
en San Luis de Potosí. Este documento iniciaba un movimiento que acabaría
con la formación del Partido Liberal Mexicano (PLM) cinco años
más tarde -- el vehículo principal de Ricardo para ordenar la
lucha de anti-porfirista y más adelante, para extender los ideales del
anarquismo por todo México. Ricardo unió formalmente el emergente
movimiento liberal con el Congreso Liberal el 5 de febrero de 1901.
Al año de la fundación del PLM, la organización formó
una plataforma formal, el Programa y Manifiesto. El manifiesto fue " uno de
los documentos más importantes en la historia moderna Mexicana ." [3]
El programa tenía 52 propuestas específicas y terminaba con el
influyente lema, " Reforma, Libertad, y Justicia ".
Entre las propuestas, el programa incluía: un término de cuatro
años para el presidente y sin reelección inmediata; el reemplazo
del ejército con una guardia nacional; el levantamiento de las restricciones
a la libre expresión; la pena de la muerte sería utilizada solamente
en casos de traición; la creación de un programa obligatorio de
educación patrocinado por el gobierno para los niños de hasta
14 años; los extranjeros que poseyeran tierras tendrían que hacerse
o bien ciudadanos Mexicanos o renunciar a sus títulos de propiedad; los
negocios de la iglesia y cualquier dinero recibido por ellos estaría
sujeto a impuestos, además toda la propiedad de la iglesia sería
nacionalizada; los terratenientes tendrían que reembolsar a los arrendatarios
por las mejoras llevadas a cabo a su propiedad; cualquier terrateniente que
mantuviera una tierra improductiva le ésta sería requisada por
el estado, que la pondría a disposición de los mexicanos sin tierras
o de los mexicanos residentes en otro país; el estado crearía
un banco para proporcionar capital a los granjeros pobres para comprar tierras;
y las tierras comunales e individuales tomadas de las tribus indígenas
serían vueltas.
La plataforma también incluía un buen número de reformas
laborales, incluyendo: jornada de ocho horas de trabajo y un salario mínimo
de un Peso por día; no se permitiría trabajar a los niños
de menos de 14 años de edad; los patrones debían ser responsables
de pagar el coste de los accidentes laborales de sus trabajadores y el domingo
sería un " día de descanso obligatorio ". El programa del PLM
iba a ser muy influyente en los años precedentes de la revolución
y la sección de la plataforma sobre el trabajo " sería adoptada
por la mayor parte del movimiento obrero de la Revolución Mexicana."[4]
La influencia del documento fue mucho más allá de las clases
que obreras urbanas de México. De las 52 propuestas individuales contenidas
en la plataforma del PLM de 1906, 23 fueron adoptadas eventualmente en la constitución
de 1917, mientras que 26 fueron adoptadas de una forma más suave, no
yendo hasta la plataforma original de PLM -- mientras que solamente tres fueron
totalmente rechazadas. [5]
Notas
2.- Colin M. MacLachlan, El Anarquismo y la Revolución Mexicana: Los Juicios Políticos de Ricardo Flores Magón en los Estados Unidos, Berkeley: Universidad de California, 1991, pag 52.
3.- Ward S. Albro, Siempre Rebelde: Ricardo Flores Magón y la Revolución Mexicana, Fort Worth: Texas Christian University Press, 1992, pag 44.
4.- Cockcroft, Precursores intelectuales de la Revolución Mexicana, pag 130.
5.- Cockcroft, Precursores intelectuales de la Revolución Mexicana, pag 239.
1906: Huelgas, sublevaciones y el principio del fin del Porfiriato
Los casos más dramáticos del aumento de la oposición al
régimen de Díaz fueron las huelgas de 1906 -- una en la Cananea
Copper Company en Sonora y la otra en Río Blanco. [6]
La huelga de Cananea comenzó repentinamente el 1 de junio. Los trabajadores
exigían " una jornada de ocho horas de trabajo y un salario mínimo
más alto " y " protestaban contra la discriminación racial hacia
los Mexicanos." [7] Los trabajadores se amotinaron por dos días y ofrecieron
una resistencia feroz durante otros dos días con armas de fuego. Es interesante
apuntar que las primeras fuerzas en llegar a la Copper Company fueron
los Rangers de Arizona, porque las tropas Mexicanas más cercanas
estaban a un día de distancia. Pero para el 6 de junio la huelga terminó
cuando el gobernador de Sonora, respaldado por 2.000 tropas federales amenazó
a los huelguistas con el reclutamiento de los guerreros indios Yaqui en la parte
meridional del estado.
Al final, entre 30 y 100 Mexicanos resultaron muertos. Los resultados fueron
severos e inmediatos. Por un lado, " el gobierno sufrió un severo revés
en la popularidad nacional "; además, con un contingente obvio de partidarios
del PLM que ayudaron a agitar a los trabajadores huelguistas, los gobiernos
de México y de Estados Unidos " comenzaron a hacer un impulso concertado
para quebrar al PLM." [8]
La segunda huelga importante ocurrió en la fábrica de Río
Blanco en Orizaba en México central. En abril de ese año, unos
cuantos trabajadores de Río Blanco formaron el Gran Circulo de Obreros
Libres (GCOL) que inmediatamente se afilió al PLM. El GCOL ayudó
a crear malestar allí, y el 7 de diciembre, un gran mitin convocado por
el GCOL reunió a cerca de 3.000 trabajadores. Elaboraron una serie de
demandas que incluían la prohibición de los almacenes de la compañía,
jornada laboral más corta y en horas extras pagadas entre otras. Estalló
la huelga y en algunos días, el número de huelguistas llegó
a casi 7.000.
Los propietarios de la fábrica tomaron represalias despidiendo a los
trabajadores el 22 de diciembre, afectando a 57.000 personas en Puebla, Orizaba,
Ciudad de México, Veracruz, Querétaro y Guadalajara. " los trabajadores
le pidieron a Díaz mediación: él aceptó interceder
pero respaldó a los propietarios de la fábrica casi en cada punto."
[9] Pero puesto que los fondos para la huelga se había agotado a los
cuatro días del comienzo de la huelga, el GCOL procuró terminar
la huelga, y lo hizo el 4 de enero de 1907, en la mayoría de México
-- a excepción de Río Blanco.
El acuerdo unilateral causó una reacción inmediata contra el
gobierno en Río Blanco. Los manifestantes gritaban lemas como " ¡Muerte
a Díaz!" y " ¡Abajo con la dictadura!"[10] entonces, el 7 de enero, un
grupo de disidentes se reunió con trabajadores que llegaban para el trabajo
afuera de la fábrica. Según la muchedumbre se agrandaba, atacaron
y quemaron el almacén de la compañía. Desde allí,
se trasladaron a la ciudad, atacaron la cárcel y liberaron a todos los
presos -- todo el rato cantando: " ¡Muerte a Porfirio Díaz!".
Las noticias de estos acontecimientos se extendieron rápidamente y más
adelante en el mismo día, se unieron con trabajadores de las ciudades
próximas de Santa Rosa y Nogales. Estas fuerzas combinadas entonces participaron
en escaramuzas armadas con el ejército durante los dos días siguientes.
Katz señala que el ministro alemán en México informaba
que cuando los propietarios de la fábrica le pidieron aplastar la huelga
por la fuerza, Díaz contestó, " Gracias a dios, yo puedo todavía
matar." [11] Y matar es lo que hizo. Todo terminó el 9, dejando casi
200 trabajadores y 25 soldados muertos, 400 trabajadores encerrados en la cárcel
y unos 1.500 despedidos.
Cananea y Río Blanco fueron importantes porque los acontecimientos "
revelaron el malestar cada vez mayor de la clase obrera que espolearon al PLM
[ y ] la futura revolución."[12] Por supuesto, estos acontecimientos
no pasaron inadvertidos para el gobierno. " Después del tempestuoso verano
de 1906, el gobierno Mexicano temió una sublevación general proyectada
para el 16 de septiembre , el día de la independencia Mexicana. Tratando
de no alarmar al populacho, el gobierno canceló muchas de las celebraciones
tradicionales."[13] De hecho, el PLM planeaba una sublevación.
Para este momento, el PLM había podido organizar unos 44 grupos clandestinos
de guerrillas por todo México -- algunos con 300 hombres, aunque el promedio
era de alrededor de 50. Resultaba que los grupos de los Estados Unidos eran
más fáciles de armar que en México. Debido a esto, muchas
de las unidades del PLM fueron establecidas en la frontera.
El centro principal de esta actividad estaba en la fronteriza ciudad de Arizona
de Douglas. Los planes del PLM quedaron al descubierto cuando el gobernador
de Sonora, Rafael Izabel, logró infiltrar un agente en el PLM en Douglas.
Notificaron a los Rangers de Arizona las actividades del PLM, y entre
el 2 y el 5 de septiembre, la mayoría del aparato liberal fue arrestado
y sus armas fueron confiscadas antes de que la sublevación real pudiera
ocurrir.
De todas formas, el PLM continuó planeando una sublevación. Aunque
su número era relativamente pequeño, el PLM deseaba capitalizar
el reciente malestar social. Según Albro, la rebelión armada de
1906 fue hecha a la sombra de la huelga de Cananea.[14] La sublevación
fue planeada para últimos de septiembre en cuyo caso, los grupos coordinados
de guerrillas atacarían simultáneamente varias partes de México.
Las cosas no fueron para nada según el plan original, por decir lo menos.
La rebelión comenzó el 26 de septiembre, en la ciudad de Jiménez.
" con una fuerza cercana a sesenta hombres, [ Juan José ] Arredondo tomó
la casa de huéspedes y la saqueó a ella y al tesoro de la ciudad
de cerca de $100, dando un recibo en nombre de la junta [ del PLM ]... Los atacantes
se retiraron la mañana siguiente y después fueron atacados por
las tropas federales mientras intentaban llegar a unas fuentes en la próxima
Hacienda Victoria. Después de luchar, tropas adicionales pudieron matar,
capturar o dispersar a los rebeldes restantes. La mayoría huyeron por
la frontera a los Estados Unidos ." [15]
Una rebelión similar ocurrió en Veracruz liderada por Hilario
C. Salas. Esta rebelión juntó a cerca de 1000 hombres que se dividieron
en tres unidades principales. " Salas condujo su fuerza [de cerca de 300 hombres]
a Acayucán y acabó con un éxito considerable su dura lucha.
Dirigiendo el asalto al palacio municipal, sin embargo, Salas fue herido; privados
de su líder las fuerzas inexpertas se retiraron de la ciudad." [16] Las
dos unidades restantes hicieron otros ataques fallidos contra las ciudades de
Minatitlán y de Puerto México. Las fuerzas revolucionarias restantes
del PLM, durante varios días, fueron masacradas, capturadas o puestas
en fuga nuevamente a las colinas.
Díaz no hizo caso público del ataque, describiéndolo como
" asunto sin ninguna significación política " y obra de " forajidos."
[17] Pero esto era simplemente propaganda y minimización de los daños
al dictador. La rebelión fue ciertamente un incidente -- las unidades
del PLM no mantuvieron realmente ninguna ciudad por un cierto tiempo, y no lograron
ninguna, sublevación espontánea en otras partes de México,
como el PLM había esperado. Sin embargo, la rebelión fue un "
gran hito en el camino a la revolución de 1910. Esta rebelión
ayudaría no sólo a minar el Porfiriato sino también a dar
mayor credibilidad al programa del Partido Liberal."[18] Desafortunadamente
desde el punto de vista de Ricardo, este reconocimiento también tuvo
consecuencias muy desastrosas. Ayudó a fomentar una situación
de apresamiento y hostigamiento constantes, en México y los Estados Unidos,
que duraron toda la revolución.
Notas
7.- John M. Hart, El Anarquismo y la clase obrera Mexicana, 1860-1931, Austin: The University of Texas Press, , 1987, pag 91.
8.- Hart, Anarquismo y la clase obrera Mexicana, pag 92.
9.- Katz, La Guerra Secreta en México, pag 30.
10.- Hart, El Anarquismo y la clase obrera Mexicana, pag 96.
11.- Katz, La guerra secreta en México, pag 30.
12.- Hart, El Anarquismo y la clase obrera Mexicana, pag 93.
13.- Albro, Siempre Rebelde, pag 57.
14.- Albro, Siempre Rebelde, pag 58.
15.- Albro, Siempre Rebelde, pag 62.
16.- Albro, Siempre Rebelde, pag 64.
17.- Albro, Siempre Rebelde, pag 63.
El anarquismo emerge entre los Liberales
Antes de esta sublevación, el PLM era, por lo menos en la superficie,
un grupo bastante unificado con un plan de acción unificado -- expulsar
a Díaz y restablecer los derechos civiles en México. En 1905,
Francisco Madero dio US$2.000 a los liberales para ayudar a financiar Regeneración.
De hecho, escribió a Ricardo, indicando que encontraba " todas sus ideas
agradables."[19] pero esta opinión unificada pronto se haría muy
compleja y cada vez más divergente, especialmente en la forma de sustituir
a la dictadura y en cómo ocurriría ese reemplazo. La colaboración
moderada se disipaba tan rápidamente como el cripto-radicalismo de Ricardo
se transformaba en anarquismo abierto.
Desde 1900, Ricardo había conocido la obra de Kropotkin, de Bakunin,
de Jean Grave, de Errico Malatesta y de Maxim Gorki. Irónicamente, fue
Camilo Arriaga el responsable de exponer a muchos de los líderes del
PLM la ideología política del anarquismo. Es irónico porque
Arriaga nunca pudo llegar a comprender del todo el radicalismo de Ricardo --
él siguió siendo siempre más conservador. Según
Cockcroft, incluso Madero era conocedor del anarquista ruso Kropotkin. [20]
Familiaridad es una cosa, y ser partidario es otra absolutamente distinta. Según
Albro, la época exacta de la conversión de Ricardo al anarquismo
es polémica, pero está claro que Ricardo no admitió en
público su verdadera creencia hasta 1907, [21]
Madero discrepó con la proclamación de PLM en septiembre de 1906,
de que todos los métodos pacíficos para alcanzar los derechos
civiles bajo Díaz estaban agotados. Así cuando ocurrió
la sublevación del PLM en 1906, la fractura llegó a ser obvia.
Entre 1906 y 1910, la ruptura completa entre Madero y la mayoría del
PLM se convirtió en una realidad. Esto era inevitable debido al efecto
combinado de la sublevación de 1906, a que Ricardo abrazó abiertamente
el anarquismo y al consiguiente apoyo y solidaridad que el PLM prestó
al emergente movimiento obrero.
Le Temps Nouveaux, un influyente diario anarquista francés, en
un editorial increpaba a Ricardo por su decisión de proclamar abiertamente
su anarquismo, argumentando que era un error político fatal. MacLachlan
está de acuerdo, indicando que " el fallo más importante es el
reconocimiento público del PLM de su programa Anarquista antes de 1911."
[22] Básicamente, Ricardo estaba construyendo la clase de organización
equivocada con la clase de gente equivocada para lograr las metas por las que
luchaba. Por lo tanto, el PLM experimentó extensas defecciones en el
seno del partido en los años siguientes a la sublevación de 1906,
cada vez más frecuentes tras el triunfo de Madero sobre el Porfiriato.
Es interesante ver que al final, Ricardo culpó a Arriaga de la ruptura
entre Madero y el PLM -- " Madero y yo éramos buenos amigos hasta que
ese chaquetero desgraciado de Arriaga comenzó a calumniarme" -- pero
de hecho, el creciente radicalismo de Ricardo no era de manera alguna aceptable
para Madero y otros liberales no-revolucionarios.[23]
Después de su ruptura con los liberales moderados, Ricardo continuaba
haciéndose cada vez más radical. Antes de noviembre de 1914, después
de la caída de Madero, Ricardo todavía atacaba al estado Mexicano
y a todos quienes intentaban restablecerlo. En su declaración titulada,
" A los trabajadores de los Estados Unidos ", indicaba:
Pero más importante que este ataque contra los que gobernarían
un estado Mexicano, es el internacionalismo, inherente al anarquismo de Ricardo,
que aparecía claramente. Profético, advirtió que:
El manifiesto de 1914 estaba plagado de pasajes ardientes como
" Les decimos: préstennos solidaridad y enterraremos el sistema capitalista
en México." [26] pero según MacLachlan, " tales esfuerzos de propaganda
tenían probablemente poco impacto." [27] La razón de esto era
el aislamiento político y físico de Ricardo. Puesto que él
permanecía en los Estados Unidos, principalmente en Los Ángeles
o en la cárcel, muchos lo percibían como alejado de la lucha.
De seguro, esto no era por elección de Ricardo.
Notas
19.- Cockcroft, Precursores intelectuales de la Revolución Mexicana, pag120.
20.- Cockcroft, Precursores intelectuales de la Revolución Mexicana, pag 70.
21.- Albro, Siempre Rebelde, pag 29.
22.- MacLachlan, El Anarquismo y la Revolución Mexicana, pag 113.
23.- Cockcroft, Precursores intelectuales de la Revolución Mexicana, pag122.
24.- MacLachlan, El Anarquismo y la Revolución Mexicana, pag 121.
25.- MacLachlan, El Anarquismo y la Revolución Mexicana, pag 123.
26.- MacLachlan, El Anarquismo y la Revolución Mexicana, pag 124.
27.- MacLachlan, El Anarquismo y la Revolución Mexicana, pag 55.
El obstáculo más grande: el gobierno de los Estados Unidos
Ricardo y sus magonistas nunca iban a convertirse en una amenaza significativa
para el estado Mexicano -- no importa quién estuviera sentado en el trono.
Esto se debió en gran parte al resultado de la represión y del
hostigamiento, no de México, sino del gobierno de Estados Unidos.
Desde por lo menos al asunto de Haymarket en 1886, el gobierno de los EEUU.
había sido extremadamente antagónico a la ideología del
anarquismo y al radicalismo izquierdista en general. Como consecuencia del asesinato
del presidente McKinley en 1901, el gobierno básicamente declaró
la guerra a todos los anarquistas. Esto tomó a menudo la forma de represión
severa. En 1919, el gobierno incluso recurrió a las deportaciones para
librar el país del anarquismo. Este asalto a gran escala no terminó
hasta que el anarquismo desapareció en gran parte de los Estados Unidos
a finales de los años 20 y los primeros años 30.
Luego, ¿porqué preocuparse por un Mexicano que trabajaba para derrocar,
no al gobierno de los EEUU, sino a su vecino del sur? Según MacLachlan,
" el gobierno de Estados Unidos lo vio inicialmente [ a Ricardo ] como un problema
Mexicano, pero al final, lo consideraba como un peligro para la seguridad interna
y respondió en consecuencia."[28] MacLachlan continúa argumentando
que Ricardo fracasó " en galvanizar la clase obrera en la acción
revolucionaria y representaba poco peligro auténtico para el gobierno"
[29] Esta capacidad para " galvanizar " era totalmente imposible mientras que
Ricardo estaba bajo el hostigamiento constante, el encarcelamiento, amenazas
de la deportación, e intentos de asesinato sobre su vida. Parece que
el gobierno de los EEUU. tuvo un éxito rotundo en sus esfuerzos.
No asombra saber que, bajo las condiciones ideológicas que existían
en América, el gobierno de los EEUU. estaba menos interesado en el efecto
del PLM sobre México que por su implicación en el suelo de los
Estados Unidos. El sistema judicial de los EEUU atacó a Ricardo y a sus
compañeros magonistas más por sus ideas que por sus acciones reales.
MacLachlan, hablando de los procedimientos de la corte en 1912 contra los líderes
del PLM que crecieron tras la invasión del PLM de Baja California, sostiene
que los Estados Unidos " aparecían más interesados en controlar
el radicalismo que en procurar mantener la neutralidad de las leyes."[30]
En reacción a esta caza de brujas política, los hermanos Magón
se vieron fueron forzados a defender, no necesariamente sus a menudo flagrantes
violaciones de las leyes de la neutralidad de los EEUU, sino sus ideas políticas
radicales. Enrique, cuando estaba ante la corte federal en Los Ángeles,
el 22 de junio de 1916, intentó ganarse la simpatía de la audiencia
americana para su causa indicando que Thomas Jefferson era " un anarquista de
su tiempo."[31] Tratando de justificar y crear una mejor comprensión
de su política ante una corte beligerante, Enrique dijo que " la revolución
en México no es... política sino una revolución social
y económica necesaria para educar a la gente, para enseñarles
las causas verdaderas de su miseria y esclavitud, y llevarlos a la senda de
la libertad, la fraternidad y la igualdad." [32] Enrique cerró sus argumentos
manteniendo que "la corte debe elegir entre ley y justicia" [33]
Sancionados por los gobiernos Mexicano y de Estados Unidos, en agosto de 1907,
casi toda la junta del PLM en Los Ángeles fue arrestada por la agencia
de detectives Furlong, contratada por el industrial William Greene. Posteriormente
Ricardo, y otros muchos de la dirección del PLM, fueron arrestados en
varias ocasiones durante los años que duró la revolución.
Ricardo pasó el resto de su vida sentado en las cárceles de los
EEUU. De los diecinueve años que Ricardo estuvo en los Estados Unidos,
más de la mitad de ese tiempo lo pasó en prisión. Durante
este tiempo, veía desesperadamente cómo el movimiento del PLM
perdía lentamente ímpetu y se deterioraba en su ausencia. Con
la campaña popular Anti-Reeleccionista de Madero y la sublevación
consecuente en 1910, y el estado de desorganización del PLM, las fuerzas
de Madero fueron capaces de ganarse a una gran sección del PLM.
Esta retirada sabática forzada era perjudicial para la causa magonista.
Durante los años que pasó Ricardo en prisión en EEUU, a
menudo en compañía de otros líderes compañeros del
PLM, el paisaje político Mexicano cambió dramáticamente.
Cuando la oposición a Madero tomó la forma de tres grupos principales,
dirigidos por Zapata, Villa y Carranza, tuvo el efecto de dividir a los seguidores
restantes del PLM. Como resultado de la ausencia física de Ricardo del
centro de los acontecimientos, la mayoría de la afiliación del
PLM, incluyendo a muchos de la dirección del PLM, se alinearon gradualmente
con una de las tres fuerzas principales.
Notas
29.- MacLachlan, El Anarquismo y la Revolución Mexicana, pag 117.
30.- MacLachlan, El Anarquismo y la Revolución Mexicana, pag 115.
31.- MacLachlan, El Anarquismo y la Revolución Mexicana, pag 131.
32.- MacLachlan, El Anarquismo y la Revolución Mexicana, pag 132.
33.- MacLachlan, El Anarquismo y la Revolución Mexicana, pag 133.
1911: la liberación de Baja California
Mientras que el gobierno de los EEUU esencialmente paralizó la dirección
del PLM durante la mayoría del período de la revolución,
hubo una, no obstante pequeña, luz tenue de esperanza de los Magonistas
-- Baja California. Su primer éxito importante fue la captura de la ciudad
de Mexicali, el 29 de enero de 1911. Con una pequeña fuerza de solamente
18 hombres, conducidos por José María Leyva y Simon Berthold,
tomaron fácilmente la ciudad. Fue una victoria, no obstante pequeña,
con seguridad " probó que los liberales podían tomar un objetivo
estratégico sin ayuda de otro grupo revolucionario." [34]
En dos días la fuerza creció a 60, al día siguiente, alcanzó
120. Este número incluía a aproximadamente 40 Wobblies de los
Industrial Workers of the World (IWW), que fueron reclutados el 5 de febrero
en el Templo del Trabajo de Los Ángeles. Allí se leyó un
manifiesto, escrito por Jack London, en ayuda de los Magonistas. Él apuntaba
humorísticamente que " nosotros socialistas, anarquistas, vagabundos,
ladrones de pollos, proscritos y ciudadanos indeseables de los EEUU estamos
con ustedes de corazón y de alma." [35]
En total, las fuerzas magonistas llegaron a cerca de 500 hombres en Baja, que
incluían a aproximadamente 100 Wobblies anglo-americanos [36]. Entre
estos Wobblies estaba los famosos mártires de la causa IWW, Frank Little
y Joe Hill. [37] Para poner fin a este movimiento antes de que pudiera crecer
más, el coronel Vega, el gobernador de la región, envió
una fuerza de 100 soldados para desalojar a los magonistas de Mexicali. Pero
fracasó totalmente -- le llevó más de una semana llegar
allí, experimentó una gran cantidad de deserciones y sus fuerzas
finalmente fueron derrotadas el 15 de febrero.
Los magonistas dirigieron esta región durante algún tiempo, y
terminaron capturando pequeñas bolsas en otras zonas en Nuevo León,
Chihuahua, y Sonora. En un despacho del cónsul de los EEUU en San Antonio,
Tejas, fechado el 2 de marzo, se informaba en Regeneración que
Prisciliano Silva, del PLM, capturó Guadalupe, Chihuahua, el 8 de febrero,
y " se aseguró muchas municiones de guerra, provisiones, mucha ropa y
muchas cosas para una campaña de guerra." [38] A finales de junio, Silva
capturó Casas Grandes, Chihuahua, lo perdió, y luego lo
recobró otra vez. En Sonora, los rebeldes, siendo unos 200, capturaron
Sasabe, y tomaron más adelante Hermosillo, Arizpe y Bacoachi [39]. No
tuvieron tanta suerte como sus camaradas de Chihuahua o Baja. José Cardoza,
el líder en Sonora, y otros 27 en su grupo fueron capturados y ejecutados
en Marzo.
Para últimos de mayo, las fuerzas magonistas en Baja consistían
en 100 hombres, incluyendo 35 Mexicanos, 30 indios de Cocopah y 35 Wobblies.
En este punto, el ejército del PLM apenas se podía decir que existía.
Estaban agotados, sin provisiones y mal armados. El verano iba demostrar ser
una dura prueba para las fuerzas armadas del PLM.
En junio, Madero volvió su atención a la península de
Baja California. Él había esperado que el Ministerio de Justicia
de los EEUU. lo libraría del problema magonista, pero el PLM todavía
persistió a pesar de la persecución en el norte. Madero decidió
a enviar una división de sus fuerzas al territorio controlado por el
PLM para expulsar a los revolucionarios anarquistas. No le llevó mucho,
para el 17 de junio, antes de que ocurriera cualquier choque con las fuerzas
de Madero, los magonistas rindieron Mexicali. El 22 de junio los magonistas
en Tijuana, unos 230, se encontraron con las fuerzas reagrupadas del coronel
Vega. Después de 3 horas de lucha, derrotaron a los revolucionarios --
matando a 30 rebeldes y haciendo huir al resto por la frontera.
Durante el verano de 1911, los magonistas experimentaron una severa derrota
política, cuando el general Ferris, intentando hacer maniobras obstruccionistas
americanas en Baja, de alguna manera fue asociado con éxito al PLM en
la mente pública. Durante este tiempo, el PLM quedó aislado totalmente
-- de los socialistas americanos, de la gente de Baja, de las fuerzas de pro-Díaz
y de Madero. Para poner las cosas peor, Ricardo y Enrique Flores Magón
fueron encarcelados en los EEUU, otra vez, en esta época. No fue hasta
el invierno de 1911 que el PLM desempeñaría otra vez un papel
significativo en las batallas armadas de la revolución -- entonces, unidas
sus fuerzas con las del general Reyes, el 20 de noviembre de 1911 [40]. Pero
este éxito limitado, siempre a la sombra de las fuerzas superiores de
Reyes, acabó rápidamente.
Los magonistas fracasaron enteramente en su tentativa de crear una sociedad
Anarquista en partes de México durante 1910 y 1911 por medio de la rebelión
armada. No mantuvieron más que pequeñas bolsas de territorio durante
períodos de tiempo muy cortos -- ningún cambios importante, político,
social o económico, se podían efectuar bajo estas circunstancias.
Pero ciertamente sería incorrecto decir que no tenían ninguna
influencia, que la tuvieron siempre en el transcurso de la revolución.
Según Cockcroft, no obstante lo lamentable de las fuerzas magonistas,
éstas fueron cruciales para la victoria de Madero sobre la dictadura
de Díaz:
Notas
35.- Blaisdell, La Revolución Del Desierto, pag 42.
36.- Despacho del cónsul de los EEUU a la secretaría del estado, el 16 de junio de 1911, Documentos de la Revolución Mexicana, corregido por Gene Z. Hanrahan, Salisbury, N.c.: Publications Documental, 1976, vol. 1, parte II, pags 377-382.
37.- Paul Avrich, Retratos Anarquistas, Princeton: Princeton University Press, 1988, pag 209.
38.- Despacho del cónsul de los EEUU a la secretaría del estado, 2 de Marzo de 1911, Documentos, Hanrahan, vol. 1, parte I, pag 198-202. el cónsul de
39.- Cónsul americano a la secretaría del estado, 7 de oct 1911, Documentos, Hanrahan, vol. 1, parte I, pag 60-61.
40.- Informe del gen. Attorney, Documentos, Hanrahan, vol. 1, parte II, pag 313.
41.- Cockcroft, Precursores intelectuales de la Revolución Mexicana, pag 183.
Los centros urbanos y la aparición del anarcosindicalismo
En 1910, la población de México estaba levemente por encima de
los quince millones. De esos, nueve millones y medio estaban clasificados como
peones o trabajadores agrícolas sin tierras. [42] Obviamente, sólo
había una clase obrera urbana muy pequeña. Aunque la población
obrera urbana era pequeña, se organizó poderosamente durante el
transcurso de la revolución.
Los esfuerzos combinados de los trabajadores Mexicanos, un puñado de
exiliados de la poderosa y radical unión anarcosindicalista española,
la Confederación Nacional del Trabajo (CNT), y de la propagación
de las ideas a través de las paginas de Acción Directa,
lograron constituir la Casa del Obrero Mundial la primera central sindical antes
de fin de 1912. Hart defiende la importancia de este grupo, llamaba a la Casa,
" la organización obrera omnipotente en México" antes de 1913,
[43] de hecho la Casa era el único grupo obrero, durante este primer
período, en pedir representación nacional y la " Casa dominó
el movimiento obrero en México de 1912 a 1918." [44]
La Casa fue abierta en julio de 1912 y fundada sobre los ideales del anarcosindicalismo.
Como tal, sus metas incluían crear a una sociedad basada en la autogestión
y coordinación de la producción por los trabajadores basadas en
un sistema sindical de uniones federadas de productores. Como otros anarquistas,
veían el estado como un mecanismo de represión, y por lo tanto
trabajaron, no para transformarlo, sino para suprimirlo. Principalmente, mediante
el arma preferida por los anarcosindicalistas, la huelga general para destruir
el capitalismo, que consideraba como su meta principal.
Muchas de las ideas más importantes de la Casa fueron expresadas por
el Grupo Anarquista Luz en el Manifiesto Anarquista del Grupo Luz. El
Grupo Luz, liderado por Juan Francisco Moncaleano, iba a ocupar los puestos
más importantes de la Casa después de su fundación. Los
diez puntos del manifiesto incluían:
2. Derrocar los tormentos de la humanidad: clero, gobierno y capital.
3. No servir a las ambiciones de charlatanes políticos, porque ningún hombre tiene el derecha de gobernar a otro.
4. Dar a conocer que todos los hombres son iguales porque todos están regidos por las mismas leyes naturales y no arbitrarias.
5. Exigir explicaciones de los ricos opulentos con respecto a sus riquezas, al gobierno con respecto a su autoridad, y a los representantes de dios bandido por sus poderes celestiales.
6. Devastar las instituciones sociales generadas por los torturadores y los holgazanes.
7. Ganar la libertad para el trabajador esclavizado.
8. Utilizar la verdad como la última arma contra la desigualdad.
9. Luchar contra el miedo, el terrible tirano del pueblo.
10. Marchar adelante hacia la redención, hacia la nación universal en donde todos puedan vivir con respecto mutuo, en absoluta libertad, sin paternales figuras políticas nacionales, sin los dioses en el cielo o ricos insolentes. [45]
" Por primera vez, el proletariado mexicano actuaba de una manera definitiva en la etapa de la historia, y los trabajadores urbanos estaban movilizados en su mayor parte por los anarquistas."[46]
Aunque ciertamente se utilizaron las huelgas, y fueron a menudo
eficaces, los anarcosindicalistas también usaban la educación
como arma contra el sistema que desdeñaban. Rafael Pez Taylor, de la
Escuela Racionalista (una escuela basada en las ideas del anarquista español
Francisco Ferrer), dijo: "... todo lo que uno debe hacer es ilustrar al soldado
para que deje de serlo."[47] De hecho, la educación, basada en el apoyo
mutuo, no era solamente un ideal, sino que fue utilizado con mucho éxito
para reclutar trabajadores en el movimiento anarcosindicalista. Crearon escuelas,
como la Escuela Racionalista, en las que enseñaban a los trabajadores
analfabetos a leer. Eran muy populares y eficaces para llegar a la clase obrera,
que entonces quedó expuesta a estas nuevas ideas.
Notas
43.- Hart, El Anarquismo y la clase obrera Mexicana, pag 118.
44.- Clark, El Trabajo Organizado en México, pag 23.
45.- Hart, El Anarquismo y la clase obrera Mexicana, pag 113.
46.- Hart, El Anarquismo y la clase obrera Mexicana, pag 103.
47.- Hart, El Anarquismo y la clase obrera Mexicana, pag 118.
Los anarcosindicalistas y las facciones competentes del gobierno
Aunque el gobierno de Madero obviamente era antagónico a la idea de
una unión anarcosindicalista independiente, realmente nunca tuvo bastantes
oportunidades de destruirla debido a sus propios problemas para mantener el
poder. " Temeroso de su influencia en los círculos del trabajo, Madero
cerró la Casa, suprimió su periódico, arrestó a
sus líderes mexicanos, y exilió a sus portavoces extranjeros...
Paralelamente, los oficiales del gobierno animaron la formación de un
rival, la menos militante Gran Liga Obrera." [48] Pero Madero no tuvo ningún
tiempo para enfrentarse con los anarquistas sobre una base continua, y hasta
febrero de 1913, cuando Madero finalmente fue derrocado por Huerta, él
había estado más preocupado del derrumbamiento de su gobierno.
Pero Huerta era diferente. El régimen de Huerta era sabidamente aún
más antagónico al obrerismo que Madero. Pero más importante,
había dos razones principales responsables de la severidad de la represión
de Huerta a la Casa. Primero, él tenía más margen de maniobra
que Madero y su coalición, desprovisto de cualquier pretensión
de idealismo, y se oponía casi enteramente a las necesidades de la clase
trabajadora. En segundo lugar, la Casa se había hecho muy poderosa. El
1º de mayo de 1913, la Casa organizó una marcha de 20.000 personas en
el centro de Ciudad de México para el día de fiesta de trabajo.
Huerta reaccionó encarcelando a muchos líderes prominentes de
la Casa y prohibió la organización obrera. Más adelante,
muchos solicitaron al congreso la liberación de la dirección de
la Casa. Cuando el congreso anunció su intención de permanecer
en sesión hasta que investigaran la situación, Huerta acababa
de disolver el Congreso. [49] Para mantenerlo bajo control, Huerta designó
"reformadores capaces ", como Andrés Molina Enríquez y Rafael
Sierra, para dirigir el Departamento de Trabajo." [50] Luego Huerta, al igual
que Madero intentó oponerse a los anarcosindicalistas creando instituciones
obreras rivales. Ésta se iba a convertir en la respuesta estándar
de los gobiernos posteriores también.
Para julio de 1914, Huerta fue expulsado del poder y los anarcosindicalistas
vieron otra vez cómo varios grupos competían por el asiento del
gobierno. Con Pancho Villa al norte, Zapata al sur y a las fuerzas de Carranza
en el centro, la Casa se encontraba en un dilema: ¿a quién utilizar?
Zapata había atacado las tímidas reformas de la administración
de Carranza, indicando que Carranza ofrecía la " libertad de la prensa
para los que no pueden leer; elecciones libres para los que no conocen a los
candidatos; procesos jurídicos justos para los que nunca han tenido nada
que ver con un procurador." [51] Ciertamente esto reflejaba los sentimientos
la Casa, pero los Zapatistas eran muy religiosos, en gran parte católicos,
lo que los anarcosindicalistas encontraban repulsivo.
El 7 de noviembre de 1915, Zapata finalmente publicó una proposición
de ley del trabajo. Pero simplemente expuso la carencia de Zapata en comprender
a sus contrapuntos urbanos. Incluía una jornada laboral de ocho horas,
la prohibición del trabajo para los niños por debajo de catorce
años, cooperativas de trabajadores para gestionar las fábricas
abandonadas por sus propietarios, y un salario mínimo fijo. Pero " fracasó
en responder a algunas de las demandas más importante del movimiento
obrero mexicano", que incluían " más control de la propiedad extranjera,
igualdad en el pago y el trato para los trabajadores extranjeros y mexicanos,
y el derecho claro y extenso de huelga, y un estatus de garantía de los
sindicatos." [52] Lo que es más importantemente es que llegó demasiado
tarde, la mayoría de la Casa ya había forjado una alianza con
los Constitucionalistas de Carranza el febrero anterior.
Ruiz explicó cómo iba a ser esta alianza:
Los anarcosindicalistas no llegaron a esto en un bloque sólido.
Cuando las fuerzas de Villa y Zapata forzaron a Carranza y a los Constitucionalistas
a huir de Ciudad de México, los miembros de la Casa se dividieron en
tres facciones. La mayoría de los miembros se fueron con los Constitucionalistas,
y en menor grado, muchos se unieron a los Villistas. Solamente un puñado
se fueron con los Zapatistas, tales como Antonio Díaz Soto y Gama y Luis
Méndez.
Cockcroft especula con que los anarcosindicalistas se unieron a las fuerzas
de Carranza debido a su sensación de impotencia política en puertas
de la intensificada guerra civil de la revolución. Hart discrepa totalmente,
argumentando que el pacto Casa-Carranza fue firmado porque la Casa sentía
que podría utilizar los recursos que Carranza podría ofrecer para
destruir a él y a su gobierno. Irónicamente, Carranza creía
que la situación era justo al contrario -- él utilizaría
a los anarcosindicalistas.
De hecho, el pacto fue una concesión por ambas partes. A cambio de las
promesas de ayuda contra las facciones de oposición (Villa y Zapata),
incluyendo ayuda militar, Carranza prometió la independencia de los anarcosindicalistas
y manos libres para organizar el trabajo como consideraran apropiado. Éste
fue un impulso para la creación de los famosos " batallones rojos ",
llenos de miembros de la Casa, que participaron en batallas contra los Zapatistas
en las cercanías de Ciudad de México.
John Titulo discute que las " razones están claras " del apoyo de los
trabajadores urbanos, incluyendo a la Casa, a los Constitucionalistas antes
que a los Villistas o a los Zapatistas. " Los trabajadores urbanos organizados
vivían en el mundo de rápida comercialización e industrialización
que los Constitucionalistas representaban -- y promovían ". Es más,
los " líderes obreros de la ciudad quedaron sorprendidos por la profunda
religiosidad de los Zapatistas que ocuparon Ciudad de México." [54] De
hecho, incluso la mayoría de la izquierda norteamericana, sobre todo
los socialistas y moderados como Simule Compres, también apoyaban a Carranza.
Ricardo Flores Magón y Soto y Gama discrepaban vehementemente de esta
alianza. Mientras que Ricardo languidecía en una cárcel de los
EEUU. y Soto y Gama organizaba en el sur Zapatista, solamente podían
protestar desde lejos -- decían que los anarcosindicalistas se habían
vendido." [55] Carranza ciertamente también se vio forzado a ceder poder
en el proceso. Los anarcosindicalistas recibieron el " muy necesitado alimento,
dinero, equipo, salas de reunión, y prensas, así como la libertad
garantizada para actuar." [56] Incluso gente como Rosendo Salazar, un fuerte
apologista del pacto Casa-Carranza, admitió más adelante que "
ya se había firmado la sentencia de muerte de la Casa." [57] Ruiz coincide,
indicando que " a la vuelta de las ventajas a corto plazo, según las
críticas, la Casa había traicionado sus principios y el bienestar
de la clase obrera." [58]
Notas
49.- Hart, El Anarquismo y la clase obrera Mexicana, pag 122.
50.- Ruiz, Trabajo y Revolucionarios ambivalentes, pag 40.
51.- Katz, La guerra secreta en México, pag 260.
52.- Katz, La guerra secreta en México, pag 275.
53.- Ruiz, Trabajo y Revolucionarios ambivalentes, pag 49.
54.- John Tutino, Confrontación Revolucionaria, 1913 - 1917, de las provincias de la revolución: Ensayos de la historia Mexicana regional, 1910-1929, corregido por Thomas Benjamin y Mark Wasserman, Albuquerque: University of New Mexico Press, 1990, pag 62.
55.- Cockcroft, Precursores intelectuales de la Revolución Mexicana, pag 228.
56.- Cockcroft, Precursores intelectuales de la Revolución Mexicana, pag 228.
57.- Cockcroft, Precursores intelectuales de la Revolución Mexicana, pag 228.
58.- Ruiz, Trabajo y Revolucionarios ambivalentes, pag 49.
El anarcosindicalismo y el gobierno: Un pacto condenado
John Tutino describió la ideología de Carranza como lo siguiente:
Es obvio que las ideologías de los constitucionalistas
y de los anarcosindicalistas chocaban seriamente. La Casa no era liberal, estatista,
ni nacionalista -- incluso su forma de populismo era enteramente diferente.
Este " pacto extraño " entre la Casa y Carranza no iba a durar mucho.
[60] Casi desde el comienzo, hubo problemas. El Dr. Alt, que ayudó a
forjar el pacto, incluso advirtió a trabajadores contra la cooperación
con el Departamento del trabajo de Carranza.
Por el otro lado, Carranza también fue muy cuidadoso con el pacto, pero
más especialmente de los batallones rojos. Carranza " interpretaba correctamente
a los batallones rojos de la Casa como un paso hacia la construcción
de una base obrera fuerte e independiente desde la que desafiar su autoridad."
[61] De hecho, los miembros de la casa, organizados en seis batallones rojos
en total, gozaron de sorprendente éxito. Según un memorándum
del Departamento del Trabajo, para julio de 1916, la Casa " controlaba cada
club social y sindicato obrero de la sociedad en México y muchas provincias."
[62]
El propio Departamento del trabajo de Carranza recomendaba consolidar los lazos
con la Casa en una tentativa de combatirla con éxito, principalmente
minimizando su independencia. Carranza discrepó y eligió llevar
a cabo un plan de acción más beligerante atacando la Casa en vez
de comprarlos -- lo que el pacto no había podido hacer. A principios
de 1916, Carranza disolvió a todos los batallones rojos. Irónicamente,
esto se volvió contra Carranza, porque una " parte importante del ejército
de Obregón después de marzo de 1915 provenía del proletariado
urbano organizado en batallones rojos, no del campo en absoluto." [63] Pero
los apuros de Carranza con Obregón todavía estaban en el lejano
horizonte. A corto plazo, la Casa debía ser eliminada.
En la última parte de 1915 y principios de 1916, las huelgas barrieron
gran parte del país. Los trabajadores de los muelles en Veracruz y Tampico,
electricistas y tranviarios en Guadalajara, mineros en El Oro, y panaderos y
tranviarios en la capital, fueron a la huelga. Carranza fue afectado probablemente
por estos sucesos, pero mientras que se dirigieran a los intereses privados,
y no a él mismo, él siguió indiferente. Eso cambió
cuando las razones y los objetivos consiguientes de las huelgas cambiaron.
A mediados de 1916, la devaluación del billete publicada por el gobierno
de Carranza se convirtió en un problema importante para la clase obrera.
Sus salarios podían haber permanecido constante, pero su poder adquisitivo
se vio comprometido seriamente. Las huelgas de reacción, tales como la
huelga portuaria en Veracruz, comenzaron a manifestarse contra esta situación.
Correspondientemente, apuntaron al problema verdadero de los recortes salariales:
el gobierno. En vez de los billetes, los trabajadores exigían oro como
remuneración. Clark mantiene que " el billete despreciado fue la causa
inmediata de la ruptura abierta entre la clase obrera y el Primer Jefe [Carranza]."
[64]
La edición llegó finalmente a su conclusión en julio de
1916. Carranza no había intentado un asalto frontal a los anarcosindicalistas
hasta sentirse lo bastante poderoso -- hasta que su consolidación del
poder fuera completa. Cuando los anarcosindicalistas planearon una huelga general
para julio de 1916, Carranza sentía que el momento había llegado.
La huelga implicó a unos 30.000 trabajadores de la Casa. Carranza atacó
inmediatamente prohibiendo la Casa. Envió tropas para ocupar las oficinas
de la Casa y arrestó a su dirección.
Pero Carranza fue demasiado lejos en las mentes de muchos, incluso de algunos
de sus antiguos partidarios, cuando reinstituyó el estatuto de 1862 que
convertía en traición, castigable con la muerte, el hacer huelga
contra el interés del gobierno. Carranza procuró procesar a los
líderes de la huelga general, pero las cortes militares asombrosamente
los absolvieron. Aunque en al final no se ejecutó a ningún líder
de la Casa, la organización recibió un golpe fatal.
Carranza no perdió un momento, utilizó inmediatamente tropas
para la desintegración de los sindicatos de la Casa por todo el país,
encarcelando a cada líder. Incluso ordenó a los gobernadores de
los estados y a los líderes militares confiscar toda la literatura radical,
y si era posible, arrestar a sus autores. [65] Encolerizado, Enrique Flores
Magón increpó en público a Carranza, acentuando que Carranza,
" como todos los políticos astutos, hablaba y actuaba como un radical
solamente cuando necesitaba el apoyo de la clase trabajadora." [66] Había
poco que los hermanos Magón, o los anarcosindicalistas encerrados pudieran
hacer -- la Casa estaba derrotada.
El trabajo fue derrotado sin embargo temporalmente. El anarcosindicalismo disminuía
ciertamente en este tiempo -- en México y muchas partes del mundo. Pero
en 1921, después de que Carranza fue expulsado, elementos radicales que
incluían comunistas, miembros de IWW. y de la vieja Casa, formaron la
Confederación General de Trabajadores (CGT). Esta organización
independiente, como la Casa, no tuvo el beneplácito del gobierno así
que al movimiento se le prohibió incluso utilizar el correo para distribuir
su periódico, Vía Libre.
La influencia de la CGT y de cualquier otra unión independiente tuvo
competencia después de 1920, cuando el gobierno reconoció a la
Confederación Obrera Regional Mexicana (CROM), que decía tener
350.000 afilados. El CROM esencialmente ganó este reconocimiento del
gobierno porque ahora estaba atada a los deseos del gobierno. Carranza, al contrario
que Porfirio Díaz y Madero, entendía la inevitabilidad de los
sindicatos e intentó controlarlos, antes que trabajar para destruirlos.
No debe sorprender entonces, " a pesar de una plataforma que incorporaba la
retórica del obrerismo radical, el CROM se creó una reputación
de buscar un ' equilibrio entre el trabajo y el capital '. Oportunista y práctica,
llegó rápidamente a términos con el capitalismo, el gobierno,
y los patrones." [67] Con la hegemonía de la CROM, los anarcosindicalistas
nunca iban a recuperar el poder que tuvieron durante el período 1912-1916.
Notas
60.- Ruiz, Trabajo y Revolucionarios ambivalentes, pag 52.
61.- Ruiz, Trabajo y Revolucionarios ambivalentes, pag 52.
62.- Ruiz, Trabajo y Revolucionarios ambivalentes, pag 53.
63.- Linda Pasillo, " Alvaro Obregón y el movimiento agrario, 1912-1920 ", De Caudillos y campesinos en la Revolución Mexicana, corregida por D. A. Brading, Cambridge: Cambridge University Press. 1980, pag 126.
64.- Clark, El Trabajo Organizado en México, pag 39.
65.- Ruiz, Trabajo y Revolucionarios ambivalentes, pag 56.
66.- MacLachlan, El Anarquismo y la Revolución Mexicana, pag 54.
67.- Ruiz, Trabajo y Revolucionarios ambivalentes, pag 60.
El caso del Zapatismo: Agrarismo y Comunalismo
" La inmensa mayoría de los pueblos y ciudadanos mexicanos no son propietarios
más que de la tierra que pisan... porque las tierras, la madera, y el
agua se monopolizan en pocas manos" dice el artículo 7 del plan Ayala.
[68] Este plan fue publicado en noviembre de 1911, y hasta 1918, representó
los asuntos por los que lucharon Emiliano Zapata y sus seguidores rurales. Aunque
una gran porción del plan estaba reservada para atacar a Madero por sus
fallos en mantener su propio plan, el de San Luis Potosí -- el documento
revela la importancia vital que los Zapatistas daban a la reforma agraria.
Las medidas que esta reforma tomó sólo les permitía una
única salida: la rebelión armada. El método elegido para
la reforma era la expropiación de facto. Cuando los Zapatistas luchaban,
desmantelaban el control de la hacienda, a menudo con poca o ninguna remuneración.
En vez de dar la tierra a los individuos, " en su mayor parte, [ la tierra ]...
se le daba a las comunidades de las aldeas, las que, en armonía con sus
viejas costumbres, la ponían a disposición de su miembros." [69]
Es decir que la tierra debía ser utilizada para el servicio de la comunidad,
no para el beneficio personal. Esto reflejaba la relación Zapatista con
lo que podía llamarse Comunalismo Agrario.
Zapata y sus fuerzas tuvieron mucho éxito por el hecho significativo
de que eran sobre todo del mismo entorno y clase social. Los Zapatistas eran
el " más homogéneo de todos los movimientos revolucionarios...
la gran mayoría de ellos eran campesinos libres, alguno de los cuales
había sido empleado durante varios meses como trabajadores agrícolas;
una minoría consistía en peones de hacienda." [70] Esto era la
" gran fuerza del movimiento Zapatista ", según Tutino -- su ideología
y organización estaban " enraizadas en las comunidades campesinas de
Morelos." [71]
Este pasado compartido permitía un movimiento unido que se tradujo en
una ventaja militar efectiva. " Esa coherencia arraigada en las comunidades
de Morelos hizo a los Zapatistas inasibles en su tierra natal. Los ejércitos
que se les oponían podían pasar y ganar batallas, pero los Zapatistas
podían disolverse en las colinas y en las aldeas, para reaparecer localmente
siendo la fuerza predominante una vez las tropas se iban." [72]
Organizativamente, la estructura militar de Zapata era muy diferente de la
de sus aliados, como Carranza y Pancho Villa, porque él era más
coordinador que el clásico hombre fuerte -- el caudillo. Aunque Zapata
era responsable de diseñar las operaciones, la estructura total del mando
estaba relativamente descentralizada. Esto funcionó muy bien. Womack
indica que los " jefes de Morelos aprendieron a sincronizar sus ataques, de
modo que en un solo día los comandantes federales tenían que rechazar
incursiones en tres o cuatro lugares del distrito, no sabiendo si uno de ellos
o todos estaba perdido." [73]
Toda la organización militar estaba ligada, íntimamente, con
las comunidades locales. Las unidades reales de la guerrilla eran bastante pequeñas,
integradas generalmente por sólo 200 o 300 hombres cada una. Pero esto
era el resultado de la base en donde se originaban: las aldeas. " Durante gran
parte del año los soldados vivían en sus aldeas, pero se juntaban
cuando se debía luchar una batalla importante, y, después de que
la lucha terminaba, se retiraban a sus aldeas una vez más." [74]
Este localismo también tenía sus desventajas, porque los campesinos
" simplemente estaban poco dispuestos a dejar su tierra local durante cualquier
espacio de tiempo; lo que sucedía en el exterior apenas les concernía."
[75] Esta limitación no fue un descuido por parte de Zapata. " La incapacidad
de sobra conocida de Zapata de proyectar su movimiento más allá
de su base regional no estaba causada por ignorancia o inocencia. Revelaba,
en lugar de eso, su fina comprensión de los valores y de las metas de
los aldeanos campesinos que él lideraba -- y la fuerza defensiva inherente
y la debilidad ofensiva de una sociedad campesina movilizada." [76]
Estos componentes del Zapatismo estaban muy relacionados con los ideales del
anarquismo. Su " comunalismo agrario " era antagónico, deliberadamente
o no, al capitalismo y a su necesidad inherente de la santidad de la propiedad
privada. En la organización, sus métodos militares reflejan una
oposición frontal contra la jerarquía rígida e institucionalizada.
Una vez más esto es muy similar a las estructuras creadas por otros anarquistas,
tales como Buenaventura Durruti en la Guerra Civil española y Nestor
Makhno en la Revolución Rusa. El poder, social y político, tendía
a estar cimentado en el nivel de la comunidad, fluyendo hacia arriba cuando
era necesario.
Notas
69.- Katz, La Guerra Secreta en México, pag 124.
70.- Katz, La Guerra Secreta en México, pag 123.
71.- Tutino, Confrontación Revolucionaria, 1913 - 1917, pag 46.
72.- Tutino, Confrontación Revolucionaria, 1913 - 1917, pag 47.
73.- Womack, Zapata y la Revolución Mexicana, pag 181.
74.- Katz, La Guerra Secreta en México, pag 124.
75.- Katz, La Guerra Secreta en México, pag 125.
76.- Tutino, Confrontación Revolucionaria, 1913 - 1917, pag 47.
Municipalismo Libertario y anarquismo
Mientras que la organización militar de estilo Zapatista era un poco
Anarquista, el Municipalismo Libertario que fue instaurado en las aldeas bajo
control Zapatista estaba muy cerca del ideal anarquista.
Los Zapatistas " soñaban con un sistema político
en el cual las aldeas pudieran organizar su propio destino, con la tierra distribuida
entre propietarios individuales sin la intervención del gobierno del
estado." [78] En otras palabras, el gobierno se basaba en la idea de que una
clase de elite de encargados políticos tomaría las decisiones
por toda la nación y eso fue rechazado. El método Zapatista reflejaba
el ideal anarquista en que la toma de decisión debía recaer en
aquellos más afectados.
El Municipalismo Libertario encaja bien con los planes agrarios mantenidos
por los campesinos de Morelos. Consideraban el control político local
un requisito previo para la redistribución equitativa de la tierra que
los Zapatistas exigían. De hecho, la " expulsión violenta de los
funcionarios locales (jefes, magistrados, recolectores de impuestos y jefes
de policía) era la expresión más común y más
extensa de la voluntad popular." [79] Éstos eran los obstáculos
más visibles a sus metas.
Estos ideales comunitarios fueron codificados en la Ley General sobre las
Libertades Municipales, decretada por Zapata en septiembre de 1916. Declaraba
que:
Esto tuvo el efecto de suprimir todo el control federal y del
estado sobre los consejos de aldea -- para los Zapatistas, los fundamentos de
la organización política y social. El decreto decía que
la elección debía ser directa. Zapata creía que a menos
que los ciudadanos participaran directamente en los asuntos de su ciudad, emergería
un " nuevo despotismo " -- los jefes locales podrían reafirmar su influencia
y el sistema ya no reflejaría los deseos de la comunidad como un todo.
[81] Esta ley general también puso otras restricciones en el proceso
municipal en la esperanza de evitar esta situación. La ley general incluía:
un límite de término de un año; la reelección estaba
permitida solamente después de que un funcionario esperara dos términos
en los que el puesto estuviera cubierto por algún otro; las minorías
estaban protegidas porque tenían capacidad de iniciar audiencias de recusación;
y cualquier persona tenía derecho a ver los expedientes financieros en
cualquier momento.
No asombra saber que cuando los Carrancistas recuperaron el control de Morelos,
eliminaron inmediatamente las provisiones para los municipios libertarios. Carranza
deseaba mantener un puño de hierro sobre el país mientras que
consolidaba su poder y el control local minaba esta meta. El sistema fue suprimido
totalmente y en diciembre de 1920, el gobernador de Morelos decretó que
los consejos municipales serían designados por el ejecutivo. La democracia
local no era algo que Carranza creyera importante. De hecho, Womack afirma que
" el único voto para el que los Carrancistas estaban preparados era el
de la elección presidencial." [82]
Notas
78.- D. A. Brading, Introducción: la política nacional y la tradición populista, De Caudillos y campesinos en la Revolución Mexicana, corregido por D. A. Brading, Cambridge: Cambridge University Press, año 1980, pag 15.
79.- Alan Knight, " campesino y caudillo en México revolucionario, 1910-17 ", De Caudillos y campesinos en la Revolución Mexicana, corregido por D. A. Brading, Cambridge: Cambridge University Press, año 1980, pag 27.
80.- Womack, Zapata y la Revolución Mexicana, pag 264.
81.- Womack, Zapata y la Revolución Mexicana, pags 264-65.
82.- Womack, Zapata y la Revolución Mexicana, pag 352.
Zapata, Ricardo Flores Magón y el anarquismo
Mientras que los Zapatistas sonaban a menudo como los anarquistas y se comportaban
a menudo como tales, una controversia rodea la cuestión de si Zapata
estaba o no en contacto o tenía cualquier relación cercana con
los anarquistas prominentes de otras partes de México, especialmente
con Ricardo Flores Magón.
Clark indica que " Magonistas y Zapatistas unieron fuerzas contra Madero. Mantuvieron
durante la revolución y más adelante durante la corta presidencia
de Madero un sistema de mensajeros y de comunicación secreta " (Clark,
16). Pero no proporciona ninguna fuente para esta afirmación ni ofrece
cualquier noción sobre qué forma tomó ésta. Womack,
por otra parte, discrepa. " hay una versión de que Zapata trató
con el notorio anarcosindicalista Ricardo Flores Magón... Pero esto es
imposible. Ricardo estuvo en las cárceles americanas desde 1907 a agosto
de 1910, y después fue a Los Ángeles para dirigir la invasión
de Baja California." [83] Ciertamente los dos grupos hubieran podido mantener
una comunicación aunque Ricardo estuviera en la cárcel, porque
éste nunca dejó de conversar con los miembros de su propio movimiento
durante su encarcelamiento. De hecho Womack observa que Zapata probablemente
recibió copias de Regeneración de la capital. [84]
Curiosamente el Plan de Ayala de Zapata contenía algunas alusiones bastante
obvias a la anterior retórica del PLM. " Muchos de los conceptos y de
las frases que los liberales repetían constantemente, y más recientemente
en el manifiesto de septiembre [ 1911 ], se reflejaron en varias ocasiones en
las palabras del Plan de Ayala." [85] Palabras como, " tiranos ", " usurpadores
", y " jefes " se utilizan en todo el documento de Zapata -- palabras que recuerdan
a las que el PLM utilizó. De hecho, Womack afirma que algunas de las
medidas en el Plan de Ayala eran tan extremas que " ningún otro grupo
revolucionario excepto los anarcosindicalistas abogarían, y menos adoptarían
como política." [86] Incluso el lema final del plan de Zapata. " Libertad,
justicia, y ley, " es muy similar al lema de la plataforma liberal de 1906:
" Reforma, justicia, y ley."
Esto no quiere decir que el documento sea algo así como una copia del
programa Liberal/Anarquista de los Magonistas. " En algunos pasajes los anarcosindicalistas
deben haberse reído, [ el plan ] reconocía que ' dios ' así
como ' el pueblo ' habían ayudado a iniciar la revolución de 1910."
[87] El carácter religioso de los Zapatistas que emerge en el Plan de
Ayala era ciertamente conflictivo con los ideales seculares de los magonistas
y de los anarcosindicalistas.
Mientras que magonistas y anarcosindicalistas urbanos nunca trabajaron con
los Zapatistas, " Ricardo tuvo varias oportunidades de aliarse con los grupos
revolucionarios activos. Emiliano Zapata, en particular, era receptivo a la
influencia del PLM." [88] De hecho, Zapata propuso realmente que la Regeneración
de Ricardo se trasladara a Morelos desde 1912, donde ya no se vería
sujeto al hostigamiento del gobierno. Zapata incluso ofreció al PLM el
uso de la Fábrica de San Rafael, que habría podido proveer de
los materiales necesarios para formar un periódico nacional.
Ricardo tuvo que declinar por varias razones. Primero, lo encarcelaron durante
la mayoría de este tiempo y no tuvo forma física para conseguir
ir a Morelos. En segundo lugar, Ricardo creía que Regeneración
ayudaba a mantener el ánimo de América contra cualquier movimiento
de los Estados Unidos de intervenir en la Revolución Mexicana. Si trasladaba
el periódico, creía que no tendría el mismo impacto en
América. Irónicamente, el intento de Ricardo de influir en América
pudo haber ido más lejos que su intento original. Durante una época,
él era probablemente más conocido en los Estados Unidos que en
México y quizás aún más popular. En un mitin para
la causa de Ricardo en Portland, Oregón, organizado por el programa la
editorial Oregonian, se reunió la suma de $46,22. Eso era una
suma bastante substancial dadas las " pobres condiciones económicas y
el extenso desempleo en el Noroeste." [89]
Una influencia en Zapata es segura -- la de Antonio Díaz Soto y Gama.
Soto y Gama era un " discípulo apasionado de Tolstoy y de Kropotkin "
y era un líder anarcosindicalista en Ciudad de México. Él
se unió a los Zapatistas con algunos otros miembros anteriores de la
Casa, tales como Rafael Pérez Taylor, Luis Méndez, Miguel Mendoza
López Schwerdtfeger, y Octavio Jahn -- quién era un sindicalista
francés y del que incluso se dijo que era un veterano de la Comuna de
París de 1871. [90]
Soto y Gama se convirtió en rápidamente el ideólogo principal
de los Zapatistas. " Soto y Gama tomó el relevo en elaborar y refinar
las ideas [ para los Zapatistas ]... " la doctrina del agrarismo y el culto
a los agraristas que emergió fue obra suya." [91] Soto y Gama negó
principalmente que él fuera quien escribió los tratados políticos
publicados por los Zapatistas, sólo admite que ayudó a pulir la
fraseología.
Soto y Gama también desempeñó un papel importante en propagar
el Zapatismo en la convención de Ciudad de México el 26 de octubre
de 1914. Allí, denunció larga y apasionadamente a Carranza y elogió
a Zapata. Aunque los Constitucionalistas estaban en mayoría, " los gritos
que siguieron su discurso y que sacudieron el edificio fueron vivas para
Villa y Zapata." [92] Dos días más tarde, se forjó un pacto,
la convención acordaba aprobar algo del agrarismo de Zapata por lo menos
" en principio."
Notas
84.- Womack, Zapata y la Revolución Mexicana, pag 398.
85.- Womack, Zapata y la Revolución Mexicana, pag 397.
86.- Womack, Zapata y la Revolución Mexicana, pag 397.
87.- Womack, Zapata y la Revolución Mexicana, pag 398.
88.- MacLachlan, El Anarquismo y la Revolución Mexicana, pag 55.
89.- MacLachlan, El Anarquismo y la Revolución Mexicana, pag 50.
90.- Womack, Zapata y la Revolución Mexicana, pag 193.
91.- Womack, Zapata y la Revolución Mexicana, pag 194.
92.- Womack, Zapata y la Revolución Mexicana, pag 217.
Zapata: el Cuasi-Anarquista
¿Era Zapata anarquista? Parece que la única respuesta es negativa. Las
influencias anarquistas eran ciertamente evidentes y las metas eran absolutamente
similares, pero no idénticas.
Millon argumenta que aunque el movimiento Zapatista se ha caracterizado como
fuertemente socialista, anarquista, o ' Indianista ', los " Zapatistas indudablemente
estaban influenciados por estos conceptos, pero a este respecto, uno debe tener
cuidado de no hacer una montaña de un grano de arena." [93] continúa
indicando que:
Millon continúa su argumento acentuando que el programa
de Zapata buscaba mejorar las condiciones de los trabajadores, pero sobre todo
las de los campesinos, pero sin una oposición clara a un marco capitalista.
" De hecho, antes que al anarquismo mismo, los intelectuales asocian con el
Zapatismo y su orientación agraria un romanticismo pequeño-burgués
similar al de Rousseau y Jefferson." [95] Millon concluye que en vez de anarquismo,
" las metas buscadas por los Zapatistas se pueden resumir en un término:
libertad humana." [96]
Notas
94.- Millon, Zapata, pag 99.
95.- Millon, Zapata, pag 99.
96.- Millon, Zapata, pag 132.
Los anarquistas gubernamentales de los años 20 -- el ideal disminuye
en México.
En los años 20, los ideales del anarquismo estaban en reflujo en el
paisaje político mexicano. El CROM había sustituido a la otrora
potente Casa anarcosindicalista como la fuerza obrera dominante. Zapata fue
asesinado en 1919 y sometidos sus rebeldes agrarios. Y en noviembre de 1922,
Ricardo Flores Magón, " el primer anarquista Mexicano del siglo XX",
murió todavía encarcelado en EEUU. [97]
Es interesante notar que, en este tiempo, los anarquistas más prominentes
seguían siendo destacados jugadores en la política mexicana, moviéndose
ahora lejos de sus ideales anteriores. Soto y Gama -- inspirado por muchos teóricos
clásicos anarquistas tales como Elisée Reclus, Bakunin, Proudhon,
Malatesta, Tolstoy y Piotr Kropotkin, antiguo miembro de la dirección
del PLM e ideólogo prominente del revolucionario Zapata -- hizo un giro
radical a la derecha en los últimos años.
En los primeros años 20, en un discurso ante la cámara de diputados,
indicó que el socialismo era " impropio para las necesidades de México."
Continuó, " el proletariado carece de habilidades técnicas, integridad
moral e inteligencia " debido a " su ignorancia y pobre educación " el
trabajador " nunca puede sustituir al capitalista " (Ruiz, 100). Esta declaración
habría disgustado a sus compañeros Magonistas anteriores.
Soto y Gama continuó luchando por el cambio, pero ahora era reformista,
no radical. En junio de 1920, Soto y Gama, con la ayuda de Obregón, fundó
el Partido Nacional Agrarista. En agosto, los Agraristas ganaron siete escaños
como diputados. Según Womack, debido a su conexión con Obregón
estos Agraristas " ejercieron diez veces más autoridad en el parlamente
que lo que su número podía suponer." [98] Ocasionalmente miembros
del partido ocuparon la posición de vicepresidente primero y segundo
del parlamento, y mandaron el comité de escaños -- credenciales,
preguntas constitucionales, relaciones exteriores, y asuntos agrarios.
Antonio Villarreal, también una vez miembro prominente del PLM, se convirtió
en secretario del Ministerio de Agricultura. Allí, se las arregló
para comenzar "esfuerzos serios de reforma agraria general." [99] En 1921 los
Agraristas empujaron a la Cámara de Diputados a una sesión extraordinaria
en un esfuerzo de elaborar y de aprobar una propuesta sobre la reforma agraria.
Convencieron a Obregón a que los apoyara, y finalmente aprobaron la ley
reguladora agraria del 10 de abril de 1922. " Hasta mediados de los años
treinta [ éste fue ] el uso más drástico de la nueva constitución
para proporcionar protección oficial para el campo pobre."[100] Soto
y Gama y Villarreal se movieron desde el anarquismo radical, a las reformas
progresivas del estatismo.
Notas
98.- Womack, Zapata y la Revolución Mexicana, pag 366.
99.- Womack, Zapata y la Revolución Mexicana, pag 366.
100.- Womack, Zapata y la Revolución Mexicana, pag 373.
Una evaluación: el Anarquismo en la revolución
Mientras que muchos, historiadores y políticos igualmente, han proclamado
que Ricardo Flores Magón fue un " precursor " de la Revolución
Mexicana, lo que hacen es indicarlo de esta manera, " es definirlo por lo que
siguió. Y Flores Magón rechazó totalmente lo que siguió,
ya fuera Madero, Huerta, Carranza, u Obregón. De 1910 en adelante proclamó
en voz alta el anarquismo que había ocultado en los orígenes del
movimiento contra Porfirio Díaz." [101] La búsqueda de Ricardo
del anarquismo terminó sin éxito, pero sin sus esfuerzos la Revolución
se hubiera revelado de una manera muy diferente. Ricardo ayudó a construir
la lucha contra la dictadura de Díaz. Mientras que la revolución
tomó una dirección que Ricardo no había animado, no obstante,
se forjó en el trabajo que él hizo.
MacLachlan, mantiene que el " éxito o fracaso es relativo al evaluar
la importancia de un individuo en política radical de los Estados Unidos.
El radicalismo sujeto a la presión casi continua de los industriales
y del estado no podía ganar." [102] Ciertamente esto se debe tener presente;
Ricardo seguía siendo un factor significativo incluso afrontando esta
clase de represión -- tan intensa que pasó la mayoría de
su última parte de su vida en prisión.
Albro afirma que " incluso en la muerte, Ricardo Flores Magón preocupó
al gobierno de los Estados Unidos, tanto como le había preocupado la
mayoría de los dieciocho años pasados de su vida." [103] Si esto
se toma junto con la declaración de MacLachlan de que " uno debe evaluar
la importancia de Flores Magón no por sus fallos, sino por el reconocimiento
por la izquierda y por el gobierno de los Estados Unidos " -- Ricardo fue ciertamente
importante. [104]
MacLachlan entra en un juego histórico de " y sí ..." revolucionario
mexicano afirmando que " si el PLM se hubiera aliado con otros grupos, la influencia
de Ricardo en el curso de la Revolución Mexicana hubiera sido indudablemente
mayor." [105] Ciertamente el PLM no pudo formar conexiones mejores con la Casa
y los Zapatistas. Es argumentable que tal coalición tendría que
ser una fuerza significativa -- incluso para Carranza. Pero las coaliciones
tienen siempre sus propias contradicciones internas, las fricciones sobre pequeñas
diferencias crecen rápidamente, especialmente cuando se hacen de cara
a la victoria sobre los enemigos de la alianza. Los anarcosindicalistas
urbanos, a diferencia del PLM de Ricardo, se aliaron con otras fuerzas -- las
fuerzas de Carranza -- que llevaron a su liquidación. Luego no está
tan claro que hubiera sido el curso más acertado.
Como el PLM, la Casa y los anarcosindicalistas también terminaron su
lucha en un fracaso evidente. El capitalismo y el estado, los dos némesis
eternos del anarcosindicalismo, habían sobrevivido y su unión
no. Pero mirando ampliamente, desde antes a después de la revolución,
el proletariado hizo aumentos significativos, no obstante pequeños. Aunque
la constitución fue escrita tras el fiasco de la huelga general de la
Casa, el " artículo 123 de la constitución concedía cada
petición importante expresada por los huelguistas de Cananea y Río
Blanco." [106]
Esto era ciertamente una victoria pequeña desde el punto de vista anarcosindicalista.
De hecho, " No ocurrió ninguna rotación de importancia en la propiedad
de la industria Mexicana, minas o el petróleo " durante las dos décadas
de la Revolución. [107] Un ejemplo es la Standar Oil Company, que en
1924, controlaba casi el 60 por ciento de la producción mexicana de petróleo.
Apenas una victoria para los mexicanos en general, no digamos del proletariado.
Como los demás grupos, el movimiento Zapatista también terminó
en derrota. No tuvieron éxito en la institución de su visión
del campesino tranquilo, libre con acceso abierto a la tierra que pedían.
Como el artículo 123 para los obreros, la constitución también
contenía un artículo, el 115, para la libertad municipal por la
cual los Zapatistas habían luchado. Pero el artículo 115, al contrario
que el artículo 123, los sucesivos regímenes que han detentado
el poder " no lo han puesto en práctica " -- básicamente lo han
ignorado.[108] De hecho, la lucha actual en Chiapas, que elige adoptar el título
de " Zapatista " está luchando básicamente por metas similares
que aluden a las que los seguidores de Zapata hicieron durante la Revolución
Mexicana.
Al final, y hasta hoy, el Estado sigue vivo en México, y por ello, el
anarquismo no alcanzó su objetivo. Curiosamente, el gobierno Mexicano,
enemigo jurado de Ricardo Flores Magón, ofreció fondos a su viuda
para traer su restos de vuelta a México. Ella lo rechazó, eligiendo
en su lugar " aceptar el dinero de los trabajadores ferroviarios para ese propósito."
[109] Parece que al final, incluso en la derrota, los ideales del anarquismo
todavía siguen vivos.
Notas
101.- Albro, Siempre Rebelde, pag xii-xiii
102.- MacLachlan, El Anarquismo y la Revolución Mexicana, pag 110.
103.- Albro, Siempre Rebelde, pag xi
104.- MacLachlan, El anarquismo y la Revolución Mexicana, pag 111.
105.- MacLachlan, El anarquismo y la Revolución Mexicana, pag 113.
106.- Ruiz, Trabajo y los Revolucionarios ambivalentes, pag 101.
107.- Ruiz, Trabajo y los Revolucionarios ambivalentes, pag 103.
108.- Millon, Zapata, pag 130.
109.- James C. Carey, La Revolución Mexicana en Yucatan, 1915-1924, Boulder: Westview Press, 1984, pag 135.
102.- MacLachlan, El Anarquismo y la Revolución Mexicana, pag 110.
103.- Albro, Siempre Rebelde, pag xi
104.- MacLachlan, El anarquismo y la Revolución Mexicana, pag 111.
105.- MacLachlan, El anarquismo y la Revolución Mexicana, pag 113.
106.- Ruiz, Trabajo y los Revolucionarios ambivalentes, pag 101.
107.- Ruiz, Trabajo y los Revolucionarios ambivalentes, pag 103.
108.- Millon, Zapata, pag 130.
109.- James C. Carey, La Revolución Mexicana en Yucatan, 1915-1924, Boulder: Westview Press, 1984, pag 135.