Lo siguiente es una modesta compilación de 2 textos que saca la organización sobre su historia. El Primero publicado en ocasión del 50 aniversario de la misma y el segundo para el reciente 55 aniversario.
Breve Historico
La historia de FAU se vincula con otra historia: la del anarquismo en
el Uruguay que arranca ya desde la década de 1870. Es el anarquismo
fundador de la mayoría de los primeros sindicatos; su prensa es quien
difunde las nuevas ideas socialistas y libertarias en nuestro país; es
fundador de la primera Federación obrera; sus ideas y prácticas
revolucionarias dejan una impronta en la historia del movimiento
popular donde algunos de sus rasgos perduran hasta nuestros días.
Precede a la FAU esta historia y lo que hay concretamente de expresión
libertaria en la década del 50: presencia en sectores obreros y
estudiantiles. Habla de ello la lucha antifacista y tercerista en el
medio universitario, una serie de conflictos obreros con incidencia de
acción directa y poco más adelante la lucha de los gremios solidarios
de 1951-52.
La FAU es fundada en octubre de 1956 y en ella confluyen militantes
sindicales, barriales, así como sectores juveniles y estudiantiles
agrupados en las Juventudes Libertarias, también algunos militantes
españoles refugiados aquí.
La nueva Organización, como intento de organizar políticamente a los
anarquistas uruguayos deber actuar en un país y en un continente que
comienza a verse sacudido por la crisis y por la profundización de la
lucha popular, y donde la ingerencia imperialista, especialmente la de
Estados Unidos, se hace cada vez mayor y enfrenta crecientes
resistencias. Está la reciente instrumentación yanqui de golpe de
estado contra los planes de reforma en Guatemala. Son también los años
de la "guerra fría", de la invasión a Hungría por las tropas rusas, de
la intervención franco-anglo-israelí como respuesta a la
nacionalización del Canal de Suez y de las triunfantes guerras de
liberación contra el colonialismo en Africa y Asia.
La FAU se desarrollará anclada en la tradición revolucionaria
bakuninista, en las posiciones organicistas que tuviera Malatesta uno
de sus portadores más reconocidos, en experiencias y epopeyas de la
Revolución Española, de cierta influencia clasista del
anarcosindicalismo y tomando la tradición de los métodos de acción
directa. Al mismo tiempo, la Organización y sus militantes son
conscientes de que su actividad se debe desarrollar en un continente y
en un país con las características específicas de lo que comienza a ser
llamado Tercer Mundo. Nuestra militancia tiene presente el momento
histórico, el nuevo contexto en el que debe desarrollar su acción, la
necesidad que ello conlleva de ubicar los problemas de este tiempo, con
cabeza propia, para operar en consecuencia.
Va estudiando temas, desarrollando su accionar, sorteando dificultades,
teniendo aciertos y errores en esa fluida lucha social que un momento
histórico revuelto plantea. Una obsesión lo empuja: poner en escena una
propuesta y una ideología que considera totalmente vigente. Vendrán
dificultades internas que serán rápidamente superadas y que no impiden
la continuidad de la estrategia libertaria diseñada.
Para la burguesía un modelo de país entra en crisis y se intentará el
reacomodo suprimiendo derechos y conquistas obreras y populares. La
represión se intensificará y será en tal coyuntura un instrumento
principal de la estructura dominante para efectivizar el modelo que le
permita seguir adelante con sus brutales privilegios. Desde el poder un
giro hacia la derecha intenta avanzar a fondo. Los enfrentamientos
populares a la regresión y represión se hacen frecuentes. Frente a la
situación que se vive cree la Organización necesaria la adopción de
formas organizativas que le permitan llevar adelante las diversas
actividades que encara: públicas algunas y también semiclandestinas o
clandestinas otras. Un Decreto del gobierno declara ilegal a la FAU,
junto a otras organizaciones, a fines de 1967. Esto no toma de sorpresa
a la Organización y puede entonces continuar el conjunto de su
acciones, incluso aumentar su crecimiento.
Mantuvo entonces una actividad regular y en aumento su incidencia
político-social hasta el momento mismo de la llegada de la dictadura.
Desde 1964 en adelante su coherencia y eficacia resultó mucho mayor.
Fue creadora y dinamizadora de frentes de trabajo que lograron
presencia y peso a nivel nacional, fundamentalmente a nivel de su
capital. Participó activamente en la fundación de la CNT. Coordinó
internamente y con otras fuerzas su participación en el importante
Congreso del Pueblo. Hizo el llamamiento para la creación de la
Tendencia Combativa. Integró el Coordinador, organismo con preferencia
de lucha armada, con organizaciones como MLN, MIR y otros.
Participó, junto a otras fuerzas políticas, en un diario de cierta
relevancia: "Epoca", que expresaba a la izquierda de tono combativo.
Jugó FAU parte activa en la elaboración de un documento que permitiera
una acción conjunta, en importantes zonas estratégicas, a estas fuerzas
que integraban el diario.
Sufrió diversos golpes, compañeros presos y torturados, la propia
organización legalmente perseguida durante casi cuatro años. Hasta 1971
la FAU realizó su actividad desde una situación de clandestinidad. En
este periodo alguno de sus locales clandestinos cayeron y algunos de
sus militantes tuvieron que actuar totalmente en la clandestinidad pues
aparecían públicamente requeridos. Por momentos tuvo a más de la mitad
de su Junta Federal detenida en cuarteles.
La FAU que ya había logrado desarrollar formas organizativas y de
actividad que le permitieron mantener su funcionamiento, ya sea en los
distintos sindicatos donde nuestros militantes actúan, en los
organismos de dirección de la CNT, en el movimiento estudiantil, en
tareas políticas, de acción directa armada, en la lucha ideológica
contra el reformismo y el colaboracionismo obrero, fundamentalmente
expresado por el Partido Comunista. Logra sacar y distribuir su prensa
semanalmente durante todo el tiempo de clandestinidad: "Cartas de FAU".
También en condiciones de clandestinidad realiza eventos internos
consultivos y resolutivos, incluso de cambio en su Junta Nacional. De
no menos importancia es la discusión y acuerdos puntuales con otras
fuerzas revolucionarias; manteniendo nuestra independencia ideológica y
política.
Es de destacar que en este periodo, la Organización tiene un importante
crecimiento. En 1968, ya en la clandestinidad, después de una decisión
orgánica que previamente realiza evaluaciones estratégicas, a
iniciativa de nuestro militantes, distintos grupos obreros y
estudiantiles dan vida a la ROE (Resistencia Obrero-Estudiantil) que
actuará con amplitud pero también como frente externo y de masas de la
proscripta FAU. En la ROE actúan militantes de FAU con distinto grado
de responsabilidad en la dirección de los sindicatos tales como
industria del caucho, gráficos, bancarios, del gas, puerto, industria
metalúrgica, textiles, industria química, refinerías de petróleo,
transporte, sanidad, industria alimenticia, ferrocarriles, empleados de
la Universidad, etc. Los estudiantes son fuertes fundamentalmente en el
Instituto de Magisterio, entre los estudiantes de Enseñanza Secundaria,
pero débiles en la Universidad donde sólo están presentes en pocas
Facultades (Humanidades y Medicina).
El peso de la Organización en el movimiento obrero y popular reviste
importancia. Marca una línea de trabajo combativo y cuestionador del
sistema. Fue puntal del trabajo de Tendencia que nucleara a los
partidarios de formas de trabajo no burocráticas, participativas y
movilizadoras. No descuidó la polémica con el reformismo, fundamentando
permanentemente el porque‚ de su accionar político distinto.
Paralelamente a la actividad de masas, a determinada altura, actuará la
OPR (Organizaci¢n Popular Revolucionaria), aparato armada de la FAU que
llevará adelante con bastante éxito una serie de acciones (sabotajes,
expropiaciones económicas, secuestros de dirigentes políticos y
patronales particularmente odiados por el pueblo, apoyatura armada a
huelgas y ocupaciones de fábricas, etc.). La FAU inserta su acción
armada en una óptica político e ideológica muy distinta de la de la
mayoría de los movimientos de liberación latinoamericanos, en gran
medida influenciados por el castrismo cubano y los teóricos del "foco
guerrillero". El accionar de la FAU a través de la OPR tiene más bien
algún parentesco con el de los compañeros de los grupos armados
españoles vinculados a la FAI (Federación Anarquista Ibérica) de la
década de los 20-30. Claro está que acusando recibo adecuado del
contexto histórico que debe enfrentar y de la articulación global que
deben tener sus distintas instancias militantes.
Se establece para el aparato armado sólo autonomía táctica, todos los
operativos político-sociales son resueltos por la instancia política
global. Se estima que su desarrollo y el tipo de violencia que ejecute
deben guardar relación con el desarrollo de la lucha global del
movimiento obrero-popular en el país.
Se procura evitar niveles de violencia que queden fuera de contexto y
aislen. Al mismo tiempo se toman una serie de medidas de funcionamiento
para prever y con miras a evitar deformaciones "militaristas". Combatir
toda cultura de obediencia.
El país sufre una profunda crisis económica y política, la "clase
política" no da repuesta a los problemas urgentes que el mantenimiento
del sistema plantea. Hay en el país ya instalada una dictadura
constitucional. El movimiento obrero-popular responde ante quite de
libertades y derechos. Organizaciones de combate marcan cierta
presencia. Es todo un periodo de fuerte represión y enfrentamientos
sindicales y populares. Entra el Ejército en escena y hegemoniza la
represión. En diferentes lugares, también en el Parlamento, hay
denuncias de brutales torturas en los cuarteles. Las llamadas “Fuerzas
Conjuntas” (Ejército y policía)suman a su labor de represión física una
labor de tipo ideológico, tratan de difundir confusión y miedo a través
de comunicados puestos en los distintos medios de comunicación que
utiliza. En dos o tres meses la represión prácticamente desmantela el
MLN (Tupamaros).
En un marco inseguro y de descenso de las luchas, con eminente amenaza
de dictadura, la Organización evalúa la situación y considera necesario
replegar parte de su fuerza. Hay en ese momento una treintena de
compañeros en condiciones de clandestinidad. Los compañeros de OPR se
cuentan entre los primeros que la organización evacua. Ellos se
encargarán en lo inmediato, en la Argentina, de lograr los medios
económicos para una lucha contra la dictadura que se prevé larga. Se
estima que la Organización debe tomar las medidas pertinentes que
permitan durar en el tiempo. “Durar haciendo, durar luchando” se dirá
por ese entonces. En Junio de 1973 con la implantación de la dictadura
militar, se completa el proceso de tiranización del país en un
continente marcado por la presencia de dictaduras militares en Brasil,
Chile, Bolivia, Paraguay, etc. Ya en ese momento centenares de presos
políticos pueblan las cárceles de Uruguay, la mayoría de las
organizaciones revolucionarias han sido diezmadas. La FAU vuelca todos
sus esfuerzos en la huelga general que durante quince días paralizará
el país. Debe redoblar esfuerzos ya que la fuerza mayoritaria, el PC,
repliega, en ese momento, gran parte de su fuerza militante y procura
determinado diálogo con los militares. La huelga general sobrevive en
la memoria de los trabajadores uruguayos como ejemplo de su decisión de
lucha.
En estas condiciones, la FAU ordena ahora la evacuación de la mayoría
de sus militantes hacia Buenos Aires, donde ya se encuentran los "más
quemados", parte de la Junta Federal y los compañeros de la OPR, con la
intención de iniciar desde ahí las tareas políticas que impone la
resitencia contra la dictadura. En parte del año 73 y durante 74 y 75
la Organización desarrolla una importante labor desde la Argentina.
Apuntalando el trabajo en Uruguay, logrando los medios materiales
necesarios para sostener una larga resistencia. Militantes en Uruguay y
militantes en el exilio ven a la Organización como una expectativa
real. Comienza en ella en estos años un proceso hacia una apertura
política que de cabida a mucha militancia que no procede del
anarquismo. Un Congreso definirá una posición que apunta a tal
objetivo. De cualquier manera se mantiene una estrategia de intención
revolucionaria, antielectoralista y de matriz libertaria. Pero la
situación Argentina se deteriora rápidamente. En setiembre de 1976 los
militares toman el poder e instauran allí una brutal y genocida
dictadura. Acorralados por la represión de los servicios especiales del
ejército argentino y del uruguayo, operando el Plan Cóndor, una
cincuentena de compañeros son asesinados y “desaparecidos”, luego de
soportar indescriptibles torturas, otros tantos son condenados a largos
años de prisión. Dentro de los asesinados se encuentran compañeros
viejos de decisiva gravitación para el accionar del conjunto de la
organización, por ejemplo Gerardo Gatti, León Duarte, Alberto Mechoso.
Compañeros de formación intelectual y emotiva anarquista. El gran golpe
sufrido genera dispersión, confusión y sensación de derrota. Una gran
pérdida humana y militante que dejará profundas huellas en esta
historia. La FAU, llevando en sus entrañas aquel periodo de lucha y en
el mejor de los recuerdos a aquellos compañeros caídos seguirá el
derrotero libertario hasta nuestros días.
Cae la dictadura y hay amnistía de presos políticos. La FAU se
reorganiza en 1985.Con compañeros que han estado luchando en el país en
los últimos años de la dictadura y que han tenido como referente
primordial a FAU; con compañeros que salen de la cárcel después de
muchos años de prisión y que han mantenido su definición anarquista de
siempre; con compañeros que llegan del exilio con la disposición de
continuar su militancia libertaria. En Marzo de 1986 se realiza el 7º
Congreso, primero en esta nueva situación. Al tiempo que analiza la
nueva coyuntura que le toca enfrentar se da su Carta Orgánica y
Declaración de Principios. Documentos todos que se articulan a esta
nueva realidad, envueltos en una concepción de ruptura y de propósito
socialista libertario. Los modelos económicos y sociales llevados
adelante por la dictadura, cuyos diseños fundamentales vienen desde una
estructura imperial de dominación, han creado una enorme pauperización
de los sectores populares y extendido la marginalidad, la exclusión. Y
también la acción se deberá ahora realizarse en medio de una izquierda
cada vez más institucionalizada, con menos confianza en la lucha, con
altos componentes ideológicos de derrota, que centra la acción dentro
de los parámetros y mecanismos del sistema capitalista.
En este marco de una miseria que ha crecido en el medio obrero-popular
hay nuevas expresiones de descontento y urgentes reivindicaciones:
luchas con los desalojos, por tierra para edificar, por trabajo, por
mantener fuentes de trabajo, por mejoramiento de la atención de la
salud, por mejores condiciones en la enseñanza. Los clásicos barrios
obreros se han transformado básicamente en exbarrios obreros y la
desocupación o el trabajo precario es lo dominante. Los barrios, en
este nuevo contexto habilitan un importante trabajo regional. La FAU
encara inmediatamente a su reorganización un trabajo en el medio
sindical, barrial y estudiantil. Todo ello sin descuidar su tarea
interna de reconstrucción y armado de su infra que ha sido diezmada en
el periodo dictatorial.
Apenas iniciada su reorganización debió enfrentar la represión, tres de
sus militantes fueron encarcelados y procesados. Una campaña intensa y
sostenida fue la respuesta inmediata, campaña que contó con la
solidaridad de organizaciones libertarias internacionales. Esta lucha
fue factor de primer orden para lograr la libertad de los compañeros.
De ahí en más la Organización ha tratado de estar participando o
apoyando las diversas luchas populares: obreras, por vivienda, por
salud, por trabajo, por educación, en defensa de DD.HH:, contra la
desocupación de fábricas, contra diversas represiones. Junto a la
población en las importantes movilizaciones contra las privatizaciones
que enfrentaba al modelo neoliberal.
En lo orgánico la estructura federal funcionó adecuadamente para
potenciar las distintas instancias de acción. Los Congresos fueron
evaluando el trabajo militante y ajustando la estrategia a los tiempos
que trascurren. El Federal y Secretariado fueron los encargados de
aplicar las resoluciones generales al terreno concreto, fluido, de las
coyunturas que se iban presentando. La propaganda estuvo a cargo de
distintas expresiones: revista, periódico, murales, carro parlante,
manifiestos y volantes. Casi todo editado en la imprenta de FAU. Los
actos públicos, primero en teatros y después en la calle han contado
hasta el momento con buena concurrencia. La militancia de FAU en los
Ateneos barriales, con actividad regular, intensifica su accionar en
oportunidad de los 1º de Mayo, convocando en los últimos tiempos a una
coordinación que nuclea a miles de personas en una manifestación obrero
histórico que recorre varios kilómetros.
Tiene resuelto, y ha hecho esfuerzos en tal sentido, de trabajar en pos
de una coordinación regional libertaria. El CALA fue una expresión de
esta inquietud. Los resultados no han sido del todo efectivo hasta el
presente, pero las coordinaciones realizadas han arrojado algunos
resultados favorables y aún hoy esta viva esta idea en quienes
participaron en el CALA. Desde hace 10 años se mantiene una
coordinación regular y en los últimos años orgánica con la Federación
Anarquista Gaúcha.
Las relaciones internacionales con el campo libertarios son
fraternales, al tiempo que se han priorizado aquellas que los años y lo
hechos han ido marcando como más afines política y socialmente.
En distintas instancias orgánicas y especialmente en Congresos se han
ido analizando categorías conceptuales y fenómenos relacionados con la
etapa y la coyuntura. Procurando munirnos de aquellas herramientas
teóricas que den mayores posibilidades de acierto a nuestra acción. Con
la certidumbre en nuestro propósito socialista y libertario, con
aciertos y errores, hemos atravesado todo un tiempo. Un tiempo de lucha
con un ideal a la vista. Muchos queridos compañeros fueron torturados,
encarcelados, asesinados y “desaparecidos” y son ellos un acicate
permanente en la memoria y ánimo de la Organización. Hemos perdido hace
poco otros viejos y queridos compañeros que estuvieron toda su vida
política en la FAU, tales, por ejemplo, los casos de “Perro” Pérez,
“Santa” Romero, Roberto Larrasq, Carlos Molina, Andrés Medina, también
ellos son un ejemplo y referente permanente. Una militancia joven ha
venido llegando a la vieja organización y levantado su bandera
rojinegra y su espíritu de pelea, ella va asegurando su continuidad
histórica. Distinta gente, distintos tiempos, los mismos sueños.
Arriba los/as que luchan! Viva la FAU!
Una historia de FAU para pisar el presente, Juan Carlos Mechoso
Salud compañeras y compañeros
Son muchos los recuerdos, son bastantes. Para mí ha sido un orgullo
el haber pertenecido a esta Organización. El haber podido convivir
militantemente en este largo trayecto con distintas generaciones. Estar
en un colectivo consecuente, donde se aplicaba lo que se acordaba,
llevando siempre adelante prácticas de intención revolucionaria en pos
de socialismo y libertad.
Recuerdos que contienen alegrías y dolores militantes. Y justamente
antes de seguir adelante quiero mencionar algo sobre dolores que
recientemente nos golpearon duro. Se nos fueron compañeros que ahora
mismo queremos recordar: Ricardo Capano, al petiso WashingtonLa Paz,
Alcides Sosa, yla Petisa CeciliaUribarri. Expresemos todos con un
aplauso nuestro cariño y reconocimiento militante para todos estos
queridos compañeros.
Trataremos de reiterar en un breve repaso algo de la historia de
nuestra Organización. Sí, fue en octubre de aquel 1956 que se fundó la
FAU. Surgía de esta forma nuestra FAU como intento de los anarquistas
uruguayos de organizarse políticamente. Por el momento en que se
constituye debe actuar en un país y en un continente que comienza a
verse sacudido por la crisis y al mismo tiempo por la profundización de
la lucha popular.
Pues en el contexto en que nace están las duras luchas
anticoloniales y en lo nacional la fuerte crisis económico-social. Es
Momento aquí en el que hace agua el modelo llamado “sustituto de
importaciones” y en el que se va terminando el populismo de Luis
Batlle. Los conflictos obreros van en aumento y muchos de ellos tienen
buena dosis de combatividad.
Desde el Ateneo Libre la militancia de FAU impulsa un planteo que
realizan compañeros que militan en la Federación de la Carne para un
llamamiento a concretar un organismo único para la clase trabajadora.
Convocatoria que se realiza y que en un primer momento tiene bastante
éxito y que dejará sus efectos positivos.
Momento también donde la ingerencia imperialista, especialmente la
de Estados Unidos, se hace cada vez mayor y enfrenta crecientes
resistencias. Está la reciente instrumentación yanqui de golpe de
estado contra los planes de reforma en Guatemala. Son también los años
de la “guerra fría”, de la invasión a Hungría por las tropas rusas (que
arrasa con cualquier expectativa sobre eventuales transformaciones del
sistema luego de la muerte de Stalin), de la intervención
franco-anglo-israelí como respuesta a la nacionalización del Canal de
Suez y de las triunfantes guerras de liberación contra el colonialismo
en Africa y Asia.
Tiempos revueltos se decía por entonces y hoy el término vuelve a
repetirse. Pues tenemos ahí a pueblos que en diferentes partes del
mundo se levantan, ganan las calles y dan peleas. La llamada primavera
árabe y unos años antes varios pueblos Latinoamericanos.
Por ejemplo los levantamientos de tipo insurreccional en Bolivia.
Hoy los llamados Indignados, están también en los propios países
llamados desarrollados: Europa y EE.UU. De estos levantamientos
populares se destaca especialmente el M15 en España. Entonces tiempos
revueltos ayer y hoy. Pueblos que no están quietos ni aceptan ningún
fin de la historia.
Regresando a nuestra historia. Es entonces que a la FAU que surge,
la integran militantes que son conscientes de que su actividad se debe
desarrollar en un continente y en un país con las características
específicas de lo que comienza a ser llamado Tercer Mundo. Nuestra
militancia tiene presente el momento histórico, el nuevo contexto en el
que debe desarrollar su acción, la necesidad que ello conlleva de
ubicar los problemas de ese tiempo, con cabeza propia, para operar en
consecuencia. Sabe que las vaguedades vacías no producen operatividad
efectiva. Por eso lo primero que realiza es un análisis de la situación
general y particular de este momento que le toca vivir.
Hay, al mismo tiempo, especial interés y preocupación por la
relación con el mov. libertario latinoamericano y por lo que está
trascurriendo socialmente en nuestro Continente. De ahí la convocatoria
de la Conferencia Americana de 1957. Igualmente, en lo general, la
prioridad por nuestra inserción a nivel de nuestro Continente.
Y hay algo que vale la pena mencionar. Como se descartan desde un
inicio los caminos cortos, los pragmatismos, las conciliaciones de
clase. Ante los acontecimientos que conmueven la situación nacional e
internacional la Organización dice en 1957: “Sin pretensiones
hegemónicas, sin sectarismos excluyentes, nuestro movimiento aspira a
impulsar todo esfuerzo constructivo, ocupando posiciones de lucha con
planteos y soluciones propias…
Sostenemos que para terminar con las dictaduras, negligencia,
despilfarro y dependencia en que languidece la América Latina, se
necesita una transformación social de fondo, en el sentido de un
auténtico socialismo y una verdadera libertad.
Nuestras posiciones no resultan tan cómodas. Exigen de todos, y cada
uno un alto sentido de responsabilidad, una actitud permanentemente
combativa y vigilante, indudablemente mas dura, si se quiere más
sacrificada, pero a la vez única verdaderamente positiva, para a la vez
ir creando en el pueblo las condiciones anímicas, psiquicas, morales y
materiales que habrán de llevarlo al establecimiento de un nuevo orden
social donde la seguridad, la justicia y la libertad, puedan ser,
realidades imaginables”.
Era el concepto de una estrategia de trabajo militante en pos de
crear un pueblo fuerte. Una y otra vez se puso el acento en este
concepto pilar de Pueblo Fuerte. Veamos unos fragmentos del artículo
que justamente lleva por título: “Por la acción directa se forja un
pueblo fuerte. Nos dice: “Integrados a una estrategia continental
imprescindible, es nuestro deber tener bien claras las características
específicas de nuestra situación y de nuestra tarea en el Uruguay… Pues
se trata, con métodos eficaces, de organizar la resistencia en todas
partes contra el enemigo imperialista y de clase; de desarticular así
en las ciudades y el campo su política de agresión y sometimiento; de
ir creando así las condiciones para el tránsito hacia el socialismo y
la libertad.
Por ello la vigencia cada día mayor de esta orientación. En lo
grande y en lo chico. Al corto y largo plazo. En toda América Latina,
sin una sola excepción. Dentro de topografías diversas y marcos
sociales distintos. Ahora nuestra tarea tiene grandes perspectivas.
Pero no es una lucha de tiro corto, el proceso no admite ilusiones
inmediatas. Por eso mismo, por el carácter previsiblemente prolongado
del proceso, por su también previsible dureza, es necesaria con más
razón una orientación consecuente”. Así, se pensaba y se piensa, de que
es la forma de forjar un pueblo fuerte.
A este concepto se le anexaba otro que sugería tener la cabeza
abierta dentro del marco de la consecuencia con una línea de intención
revolucionaria. Una actitud que reaccionaba contra las recetas, decía
en 1957: “Vendrán fenómenos sociales, vendrán procesos populares que
hoy no nos podremos quizás imaginar. Debemos siempre estar alertas y
abiertos para comprender los nuevos acontecimientos. Que nuestra acción
nunca se desvincule con lo que está ocurriendo. Sin modas pero sin
dogmatismos”. Junto a esto se reafirmo constantemente un
antiimperialismo anticapitalista y la firme convicción de una auténtica
postura a favor de la autodeterminación de los pueblos. Dicho sea de
paso, nada de pedirle a EE.UU. ayuda para solucionar problemas de
puentes cerrados.
Con estos y otros lineamientos políticos nuestra organización va participando en los hechos sociales que transcurren.
Se participa en grandes movilizaciones del momento. En las
importantes y variadas huelgas obreras y en experiencias inéditas como
las de 1958: FUNSA ocupada y produciendo bajo control obrero.
La lucha por la Ley orgánica universitaria que tuvo gran apoyo del
medio popular, especialmente de todo el movimiento obrero que se
congreso como Plenario de Organizaciones Obreras. En relación a esta
movilización se realizó el acto popular más grande de ese periodo.
Otro acontecimiento de relevancia es el de los frigoríficos cerrados
y la lucha por reabrirlos bajo colectivización obrera. Donde toda una
barriada como el Cerro y La Teja estaban prendidas a esta esperanza.
Luego vino la distorsión de este anhelo y la salida no fue la esperada.
Digámoslo rápidamente. Tenemos aquí, en el medio de esta agitación
obrero-popular las elecciones nacionales. Viene el cambio de gobierno.
Pierde el Batllismo ganan los Blancos.
A fines de 1958, en los albores de 1959, América Latina se verá
sacudida por el triunfo de la revolución Cubana, a la que la FAU
brindará su apoyo crítico como expresión, precisamente, de nuestro
apoyo y participación en la lucha antimperialista latinoamericana.
Igualmente del método de acción directa que ha practicado y el
socialismo que anuncia esta revolución.
Tenemos dificultades internas en 1963 que fueron rápidamente superadas.
Fue justamente en ese año 1963 que ante la condena a garrote vil de
dos compañeros anarquistas españoles por la dictadura de Franco, los
militantes Joaquín Granado y Francisco Delgado, se tomó el consulado
Español que estaba frente a la Plaza Libertad. Desde los balcones de
ese antro se enarbolaron la bandera de la CNT española y revolucionaria
y también un banderín de las Juventudes Libertarias traído por
militantes españoles.
La Organización mantuvo una actividad regular y fue en aumento su
incidencia político-social desde 1956 hasta los primeros años de la
década del 70. Participó activamente en la fundación de la CNT.
Coordinó internamente y con otras fuerzas su participación en el
importante Congreso del Pueblo. Hizo el llamamiento para la creación de
la Tendencia Combativa. Integró el Coordinador, organismo con planteos
de lucha armada, con organizaciones como MLN, MIR y otros.
Participó, junto a otras fuerzas políticas, en un diario de cierta
relevancia: “Epoca” Diario que expresaba a la izquierda de tono
combativo y que estaba en búsqueda del camino revolucionario.
En diferentes momentos recibió golpes de la represión siendo una de
ellas el decreto que ilegaliza a FAU junto a otras organizaciones en
1967.
Desde entonces y hasta 1971 la FAU realizó su actividad desde una
situación de clandestinidad. En este periodo alguno de sus locales
clandestinos cayeron y algunos de sus militantes tuvieron que actuar
totalmente en la clandestinidad pues aparecían públicamente requeridos.
Por momentos tuvo a más de la mitad de su Junta Federal detenida en
cuarteles.
La FAU que ya había logrado desarrollar formas organizativas y de
actividad clandestinas y semi-clandestinas, logró mantener su
funcionamiento; ya en los distintos sindicatos donde nuestros
militantes actúan, en los organismos de dirección de la CNT, en el
movimiento estudiantil, en tareas políticas, en actividades de acción
directa armada, en la lucha ideológica contra el reformismo y el
colaboracionismo obrero. Esto fundamentalmente expresado por el Partido
Comunista.
Logra sacar y distribuir, durante esos años de clandestinidad, su prensa semanalmente: “Cartas de FAU”.
También en condiciones de clandestinidad realiza eventos internos
consultivos y resolutivos, incluso cambios en su Consejo Federal.
De no menos importancia es la discusión y acuerdos puntuales con
otras fuerzas revolucionarias; manteniendo nuestra independencia
ideológica y política.
Es de destacar que en este periodo, la Organización tiene un importante crecimiento.
En 1968, ya en la clandestinidad, después de una decisión orgánica
que previamente realiza evaluaciones estratégicas, a iniciativa de
nuestros militantes, distintos grupos obreros y estudiantiles dan vida
a la ROE (Resistencia Obrero-Estudiantil). Organismo que actuará con
amplitud poseyendo una clara matriz libertaria. En la ROE actúan
militantes de FAU con distinto grado de responsabilidad en la dirección
de sindicatos tales como industria del caucho, gráficos, bancarios,
fábricas de gas, puerto, industria metalúrgica, textiles, industria
química, refinerías de petróleo, transporte, sanidad, industria
alimenticia, ferrocarriles, empleados de la Universidad, etc.
Estudiantes de Secundaria, con fuerza fundamentalmente en Magisterio y
núcleos en algunas Facultades, como por ejemplo: Humanidades, Medicina
y Derecho.
Dejaremos por el momento aquí las consideraciones sobre ROE pero
volveremos después a destacar algunos aspectos que estimamos resultan
de importancia para el hoy.
El peso de la Organización en el movimiento obrero y popular reviste
importancia. Marca una línea de trabajo combativo y cuestionador del
sistema. Fue puntal del trabajo de Tendencia que nucleará a los
partidarios de formas de trabajo no burocráticas, participativas y
movilizadoras. No descuidó la polémica con el reformismo, fundamentando
permanentemente el porque de su accionar político distinto.
Paralelamente a la actividad obrero-popular, a determinada altura,
actuará la OPR (Organización Popular Revolucionaria), aparato armada de
la FAU que llevará adelante con bastante buenos resultados una serie
de acciones (sabotajes, expropiaciones económicas, secuestros de
dirigentes políticos y patronales particularmente odiados por el
pueblo, apoyatura armada a huelgas y ocupaciones de fábricas, etc.). La
FAU inserta su acción armada en una óptica política e ideológica muy
distinta a la de la mayoría de los movimientos de liberación
latinoamericanos, en gran medida influenciados por lo que se llamó la
teoría del “foco guerrillero”.
Se establece para el aparato armado sólo autonomía táctica, todos
los operativos político-sociales son resueltos por la instancia
política global. Se estima que su desarrollo y el tipo de violencia que
ejecute deben guardar relación con el desarrollo de la lucha global del
movimiento obrero-popular en el país.
Se procura evitar niveles de violencia que queden fuera de contexto y aislen.
Al mismo tiempo se toman una serie de medidas de funcionamiento para
prever y evitar deformaciones “militaristas”. Y para combatir toda
cultura de obediencia. Se realiza una planificada tarea cultural a
nivel de los militantes de OPR que procura el desarrollo de un
pensamiento reflexivo. A esta actividad se le llamo en lo interno “La
escuelita”.
Ha esta altura hay en el país ya instalada una dictadura
constitucional. El movimiento obrero-popular responde ante quite de
libertades y derechos. Organizaciones de combate marcan cierta
presencia. Es todo un periodo de fuerte represión y de enfrentamientos
sindicales y populares. Entra el Ejército en escena y hegemoniza la
represión. En diferentes lugares, también en el Parlamento, hay
denuncias de brutales torturas en los cuarteles.
A esta altura tenemos compañeros de la Organización requeridos y presos.
Las llamadas “Fuerzas Conjuntas” (Ejército y policía) suman a su
labor de represión física una labor de tipo ideológico, tratan de
difundir confusión y miedo a través de sus siniestros comunicados,
especialmente el de la noche.
En dos o tres meses la represión prácticamente desmantela el MLN (Tupamaros).
En los años que preceden a la dictadura FAU también recibe nuevos
golpes: compañeros muertos, presos y torturados. Pese a ello su
estructura fundamental no es afectada de consideración. El entorno
social se complica. El temor que causa la constante caída de militantes
del MLN cierra puertas y espacios.
En un marco inseguro y de descenso de las luchas, con eminente
amenaza de dictadura, la Organización evalúa la situación y considera
necesario una serie de medidas. Se estima que la Organización debe
tomar las medidas pertinentes que permitan durar en el tiempo. “Durar
haciendo, durar luchando” se dirá por ese entonces.
En Junio de 1973 con la implantación de la dictadura militar, se
completa el proceso de tiranización del país en un continente marcado
por la presencia de dictaduras militares en Brasil, Chile, Bolivia,
Paraguay, etc. Ya en ese momento centenares de presos políticos pueblan
las cárceles de Uruguay, la mayoría de las organizaciones
revolucionarias han sido diezmadas. La FAU vuelca todos sus esfuerzos
en la huelga general que durante quince días paralizará el país.
En parte del año 73 y durante 74 y 75 la Organización desarrolla
también una importante labor desde la Argentina. Apuntalando el trabajo
en Uruguay, logrando allí los medios materiales necesarios para
sostener una larga resistencia.
Pero la situación argentina se deteriora rápidamente. En setiembre
de 1976 los militares toman el poder e instauran allí su dictadura.
Acorralados por la represión de los servicios especiales del ejército
argentino y del uruguayo, una cincuentena de compañeros caen.
Muchos son asesinados o “desaparecidos” luego de soportar
indescriptibles torturas, otros son condenados a muchos años de prisión.
Más adelante pese a los golpes recibidos se reorganizará la FAU en
las espaldas de compañeros expresos, exiliados y de nuevas generaciones
militantes que han surgido luchando contra la dictadura. Es la
continuidad de nuestra FAU hasta nuestros días.
Dejemos algo claro. Por supuesto que no todos fueron aciertos.
Fuimos desarrollando nuestro accionar con aciertos y errores, como todo
el que hace, como el que se mete en la que duele, como el que quiere
estar en el esfuerzo de poner siempre los pies en el presente aunque su
estrategia se proyecte al futuro.
Dijimos antes que
agregaríamos algunas consideraciones más sobre la ROE. Sí, fue una
decisión de la Organización para ampliar su trabajo en el medio
obrero-popular. Con miras a un accionar sistemático. Pero esto se pensó
vinculado especialmente a la forja de un pueblo fuerte. Se procuraba
así la creación de una instancia que nucleara lo combativo con una
concepción de independencia de clase y que a la vez fuera construyendo
una fuerza de alternativa tanto ideológica como social-política. Una
resistencia que fuera procesando una propuesta de cambio de las
relaciones sociales existentes.
Ese mismo espíritu de ROE, adecuado a las condiciones históricas
presente, tiene plena vigencia. Hoy más que nunca se requiere un
organismo popular con independencia de la trama institucional
capitalista y donde quepan todos los oprimidos. Donde la resistencia y
los ojos puestos en un futuro anticapitalista agrupe a los diversos
sectores sociales, dentro de los cuales pensamos en un sitio de
primordial importancia para el movimiento obrero. Pero la de un
movimiento obrero clasista y no orientado para insertarse al sistema y
realizar el desarme moral de los de abajo.
No se veía, como tampoco hoy se ve, analizado las cosas con el rigor
necesario, ninguna salida a favor de un mejoramiento progresivo y
relevante de los trabajadores y el pueblo por la vía de los mecanismos
e instituciones del sistema. Bien se sabe, todos esos mecanismos, en lo
fundamental, están hechos para el funcionamiento y desarrollo de los de
arriba y para oprimir y explotar a los de abajo. Para graficarlo es
ese 1% que hoy se está mencionando como el poseedor de las riquezas a
nivel mundial con todas las implicancias de poder que ello tiene.
Así es que hoy después que ha pasado tanta agua por debajo de los
puentes vemos que aquellos afirmaciones, desgraciadamente, se confirma
con creces. A todas luces: brutal, opresor, explotador, sangriento es
el sistema capitalista. Su expresión en el plano imperialista ha regado
de miseria, sufrimiento y sangre a los pueblos de la mayor parte del
mundo.
Sin ir más lejos tenemos hoy aquí mismo una muestra de horror de este miserable sistema y de la acción de sus sicarios.
El sistema y sus ejecutores: torturadores, asesinos, secuestradores
de niños, desaparecedores de luchadores, violadores. Ese cadáver con
cal, seguramente de algún querido compañero, marca el alma misma del
sistema que tales bestiales produce.
Ya no caben dudas, no podemos engañarnos ni engañar a nadie. Las
propuestas que intentan insertarnos en las redes trituradoras del poder
dominante ya se saben a donde van y como termina esa escena. No hay
lugar para voluntarismos antojadizos, para la interminable repetición
de propuestas fracasadas, a veces algo aggionardas, pero con la misma
orientación. Esto, intenciones aparte, solo condujo y sigue
conduciendo al abismo. Ofrece solo una peor perspectiva para el futuro.
No hay lugar para el engaño o autoengaño, para creer que se pueden
cambiar mágicamente dinámicas que tienen un entramado poderoso y una
orientación inequívoca.
Se puede decir ¡basta, basta! Ya tenemos una experiencia rica,
dolorosa, de esperanzas frustradas, de movimientos y gente que se
pasaron para el otro lado del mostrador. También de pueblo que han
luchado y pagado con sangres sus esperanzas.
De pueblos, con toda la confusión o mezcla ideológica-política que
se quiera, pero que están en la búsqueda y que ya odian, rechazan, no
creen, en todo un universo de infamias que identifican con bastante
claridad.
Ya fueron, las propuestas y experimentaciones sociales del
socialismo real y de las socialdemocracias y sus hermanos menores los
progresismos. Fueron ellas las experiencias fallidas del socialismo. De
ese socialismo que sigue totalmente vigente como esperanza de
alternativa al brutal capitalismo. De ese socialismo que vive en gran
parte del imaginario popular, porque de allí surgió su elaboración
efectiva como teoría y como comprensión de los mecanismos de opresión.
De las luchas, sufrimientos, esperanzas y sangre de los pueblos es
que se instaló esa alternativa por la que vale la pena darlo todo. Pero
ya es tiempo de saber que el socialismo no se fabrica con carne
podrida. La participación activa de los pueblos es condición necesaria.
Para ello una concepción de libertad debe circular por todas las
prácticas sociales de los de abajo. Es tiempo de un socialismo
libertario.
Así parece, es tiempo de reforzar o construir herramientas fuertes
para procesar la ruptura. Herramientas coherentes. Una fuerza social
capaz de cambiar estructuras y procesar lo nuevo. Un pueblo fuerte, con
objetivos propios y con una organización política en consonancia. Una
concepción de Poder Popular coherente.
Nada de esos nuevos pastiches, esas trampas sociales perversas, que
nos quieren hacer repetir la historia sin salida con nuevos nombres.
No. El Poder Popular no viene de arriba. Se debe construir desde abajo.
Son nuevas prácticas las necesarias, son nuevas instituciones lo que
resulta imprescindible, son nuevas tramas sociales las que deben entrar
en escena. Se debe construir día a día, venciendo obstáculos
ideológicos y políticos que ha logrado meter hondo el sistema para
tornar inofensivas las resistencias y para anular o matar los sueños de
cambios profundos.
El sistema ha sido creativo para ir realizando los cambios en su
favor, para reproducirse en diferentes contextos históricos y
técnico-científicos.
Los pueblos tienen que serlo para procesar la ruptura de esa red
infame de dominación. Por supuesto, las organizaciones políticas que se
vinculan a ese proceso de Poder Popular tienen la obligación de una
alta dosis de creatividad. Organizaciones políticas que para empezar
deben tirar por la borda todo ese bagaje ideológico que en el fondo no
es nuestro, que no es de los de abajo: el elistismo, el vanguardismo.
Construir la ideología acorde al papel que realmente le corresponde a
la organización política: la de modesto pequeño motor que impulsa y
está al servicio de ese proceso de ruptura. Romper con eso de lo
niveles superiores e inferiores. Son sólo dos niveles que deben
articularse, el social y el político, ambos imprescindibles para la
ruptura. Basta de mesías y salvadores, basta de religiones de
izquierda, bienvenidas las practicas revolucionarias modestas de las
organizaciones que asuman su papel en este momento de la historia y que
a la luz de lo visto, desechen tantos trastos viejos que no sirven para
museo alguno.
De nuestra parte, vamos entonces por una Resistencia de oprimidos y
explotados. Por la ROE de nuestro tiempo. Y acumulemos todo lo que sea
posible en ese mismo sentido.
Vamos por una labor de organización ideológica-política de los de abajo en relación con este momento histórico.
Sí, ideológico-político expresamente. Pues en determinados momentos
históricos se producen con peso un conjunto articulado de ideas,
representaciones, nociones en el interior del imaginario de los
distintos sujetos sociales. Es muy importante este conjunto articulado
de carácter imaginario, que toma la forma de “certezas” y que es
defendido por los mismos sujetos sociales.
Esto es lo que puede transformar a estos sujetos en protagonistas de
su propia historia o en sujetos pasivos y/o disciplinados por las
fuerzas dominantes. A esto lo llamamos de ideología.
Así, la ideología tiene que ver directamente con la constitución
histórica de los sujetos sociales, y, con la forma como estos se
expresan en la sociedad.
Nos avisan que es esta la relación entre ideología y producción de
sujetos históricos, relación que si no existiera, no habría ni
ideología ni sujeto, es así que se van conformando los momentos de
vigencia ideológicos.
Y es construyendo fuerza social y tomando activa participación en
ella que se pueden formar embriones de la nueva civilización o del
“hombre nuevo”, de otro sujeto.
Lo que el sujeto vive y como lo vive cotidianamente, históricamente,
en el marco de determinados dispositivos, sería el elemento principal
de cambio de su conciencia.
Junto a este concepto de fuerza social, simultáneamente, tiene que
ir el de construcción de poder popular. Pues los estudios que parecen
más rigurosos nos indican algunas cuestiones fundamentales a saber: que
el poder existe en acciones y por ello circula por todo el cuerpo
social. Vale decir por todas las relaciones sociales. Tendríamos así
poder en lo económico, jurídico-político-militar, ideológico-cultural.
En relación con determinadas prácticas el poder adquiere importancia
también a la luz de la formación de embriones de nueva civilización, en
la entramada de diferentes formas de autoorganización o autogestión.
Hay, y esto nos importa mucho, un universo social de lo cotidiano,
de prácticas poseedores de determinados contenidos, que es una fábrica
de producción de nuevas nociones, resistencias y técnicas de poder
popular.
Un conjunto de prácticas enemigas de la inserción al sistema es de
capital importancia, pues nos dicen los estudiosos que: “el sistema
capitalista penetra muy profundamente en nuestra existencia. Que es un
régimen que se ha visto obligado a elaborar todo un conjunto de
técnicas políticas, técnicas de poder, por mediación de las cuales el
hombre se encuentra ligado a una realidad producida. Esa realidad que
es sostén, reproducción y recreación del sistema capitalista.
Igualmente nuevas investigaciones nos informan de cosas que ya se
habían dicho antes. De que desde el Estado capitalista no puede
producirse algo tan contrario como el socialismo.
Que el estado no es, simplemente, una ‘maquina’. O algo amorfo. Es
una parte constitutiva del sistema, por cierto que una de las más
importantes. La función central del estado, lo que justifica su
existencia, es la función de determinado poder. La función de
imponerle al pueblo el acatamiento del orden social vigente. Y que su
conformación, su dinámica, es la de proteger y producir privilegios. Y
que justamente solo es apto para ejercer dominación y no liberación.
Es cierto el tránsito hacia una sociedad distinta lo debemos hacer
dentro de este sistema. Pero la experiencia vivida indica que hay
medios, orientaciones, uso de instrumentos, utilización de
instituciones, formas de organización de actividades sociales, que
deben ser desechados si es que queremos ir conformando fuerzas sociales
capaces de producir verdaderamente cambios en las formas de la
organización social. Otro encare es alternativa imprescindible si
queremos ir construyendo una sociedad distinta.
No tiene sostén teórico ni histórico la creencia de que los cambios
vendrán de arriba, desde los mismos mecanismos de dominación, de las
instituciones y dispositivos que son propios del sistema. Importa
recalcarlo el sujeto de cambio es hijo de otras prácticas sociales y es
imprescindible la producción, la creación y recreación de ese sujeto,
de esa organización ideológica, para avanzar hacia el Poder Popular
Siendo así otro sujeto histórico, otras prácticas sociales y
políticas no vendrá de la nada, no aparecerá como arte de magia, debe
ser el fruto de prácticas que internalicen otras cuestiones que chocan
con lo dominante. La participación efectiva, la autogestión, la acción
directa, la forma federal de funcionamiento realmente democrático, la
solidaridad y apoyo mutuo, necesitan de mecanismos, organizaciones,
prácticas regulares para su desarrollo. Y sólo si se produce en el
pueblo podrá hacer realidad el cambio. Parece claro que necesita
constantemente organización en el seno de su activa creación. La
continuidad que necesita, para un despliegue que permita el cambio,
requiere de una sostenida estrategia. Una estrategia coherente, para
que no se desteja lo que en un momento dado se teje. Una estrategia que
tenga en su interior un mundo distinto que va desplegando desde el seno
de otro que le es antagónico El famoso “usar todos los medios” puede
ser una manera efectiva de asegurar que no se pueda desplegar ninguna
estrategia antagónica portadora de los elementos que puedan ir
rompiendo el sistema vigente.
55 años, una larga historia, con experiencias realizadas en
distintas etapas y coyunturas. Con intento constante de actualización
de las herramientas de combate. Con muchos entusiasmos, sueños,
alegrías y dolores. Con dolores profundos por aquellos compañeros que
fueron quedando en el camino pero que nos siguen guiando con muchas de
sus ideas y su ejemplo militante. Aquellos de la primera etapa como
Gerardo Gatti, León Duarte, Pocho Mechoso, el Gauchito Idilio el Perro
Perez, Elena Quinteros. O más adelante, ya en la reorganización de FAU
como el Vasco Larrasq y el Santa Romero. O más recientementela
PetisaCeciliay el panadero Andrés Medina. Con todos los que lucharon
por una sociedad distinta y que tuvieron como consigna fundamental la
entrega total. Con nuestros ideales y aquellos recuerdos queremos
seguir peleando y avanzando hacia un nuevo orden social. Hacia la
emancipación de los pobres del mundo, hacia el socialismo y la libertad.
Arriba los que luchan.