martes, 11 de mayo de 2021

Declaración Conjunta Internacionalista en Apoyo al Pueblo que Lucha en Colombia


 El mundo mira hoy hacia Colombia; sus calles y carreteras han sido el escenario donde el pueblo ha desbordado la digna rabia en un grito impetuoso que resuena y no puede pasar inadvertido. La protesta social, que se desarrolla ininterrumpidamente desde el 28 de abril, es la respuesta a la agudización de la pobreza y la precarización de la vida (consecuencias inevitables del modelo neoliberal) que, en medio de la crisis sanitaria, económica y social, se traduce en 1.7 millones de hogares colombianos que comen solo dos veces al día, una tasa de desempleo del 14.2% y cerca de la mitad de la población, el 42.2%, en condición de pobreza. 

Situaciones similares viven los pueblos en distintas regiones del mundo, en América Latina, por ejemplo, a finales del año pasado, la tasa de pobreza llegaba al 33.7%, la de desempleo al 10.7% y 78 millones de personas se encontraban en situación de pobreza extrema (8 millones más que en el año 2019). La respuesta de los gobiernos de turno a esta crisis social han sido los intentos de ajuste económico, es decir, el aumento y la diversificación de la tributación para la clase trabajadora, manifestado, para el caso colombiano, en el tercer intento de reforma tributaria del gobierno ultraderechista Iván Duque. Quienes pagan la crisis no son sus principales generadores sino el pueblo empobrecido y explotado.

En este contexto, miles de personas en Colombia se han movilizado, en especial, la juventud popular. En los barrios, calles y carreteras se resiste y se mantiene la protesta con barricadas, cacerolazos y asambleas. La justa lucha que hoy libra el pueblo colombiano alimenta la ola de protestas y revueltas que, desde el 2019, se han desarrollado en América Latina como momentos disruptivos que reactivan la organización popular. 

Por su parte, el Estado colombiano ha respondido, como lo hacen todos los estados cuando ven amenazados sus intereses, con represión y violencia desproporcionada. Las cifras son aterradoras y hablan por sí solas; para el 8 de mayo se registraban 47 personas asesinadas (39 por violencia policial), 451 heridas (32 con lesiones oculares y 32 heridas por armas de fuego), 12 víctimas de violencias basadas en género, 548 desaparecidas y 963 personas detenidas .

Ante la brutal represión perpetrada por el gobierno de Iván Duque en contra de las y los que luchan en Colombia, hacemos un llamado a la solidaridad activa, a organizar jornadas de protesta en todos los territorios y a denunciar, por todos los medios posibles, lo que hoy aqueja al pueblo colombiano. La solidaridad internacionalista es salvaguarda de las luchas que forjamos, por eso, hoy respaldamos las demandas del paro nacional: ¡que pare la violencia estatal, se retire la reforma a la salud y se garantice una renta básica universal! 

¡Solidaridad con los pueblos que luchan!

¡Viva el Paro Nacional! 

¡Ante la represión estatal, autodefensa y organización popular!